El COVID-19 podría aumentar los números en trabajo infantil

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La ministra Bacigalupo (izq.) y la ministra Martínez durante la reunión en la que se presentaron estrategias para luchar contra el trabajo infantil y de adolescentes en nuestro país.
En Paraguay, el trabajo infantil es una constante.gentileza

En el marco de la conmemoración por el Día Mundial contra el Trabajo Infantil (12 de junio), Global Infancia recordó que son 436.419 los niños explotados laboralmente en Paraguay. Alertaron que esta cifra puede aumentar debido al desempleo masivo de los adultos a causa de la pandemia del COVID-19.

De acuerdo a los datos brindados por Global Infancia, 436.419 niños trabajan en Paraguay. Según los datos de Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes (EANA), el 23% de la población de niños, niñas y adolescentes realiza algún tipo de labor remunerada. Por su parte, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) advirtió que debido a la crisis ocasionada por la pandemia del COVID-19, es probable que más familias pobres envíen a sus hijos al mercado laboral.

El trabajo infantil implica muchas veces deserción escolar, pocas horas de sueño y escasos momentos para jugar y divertirse

El informe de EANA consigna que 2.200.000 de personas viven en condiciones de pobreza, lo que significa que 1.200.000 niños, niñas y adolescentes residen en hogares carentes de una buena calidad de vida, por lo que el trabajo infantil muchas veces se traduce en una necesidad económica de los hogares.

A su vez, el documento Estrategia Nacional de Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil y Protección del Trabajo Adolescente en el Paraguay señala que casi la mitad de personas de entre 5 y 17 años de edad (49,2%) trabajan en agricultura, ganadería, caza y pesca (204.727 personas). El 19,2% desarrolla tareas en el comercio, los restaurantes y hoteles y el 16,5% trabaja en hogares de terceros.

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“Más de 50 mil niños, niñas y adolescentes realizan trabajos domésticos en hogares de terceros (12,2%). De ellos, el 81,6% son niñas o adolescentes mujeres. Este es un fenómeno más urbano (22,5%) que rural (7%). Este informe elaborado por la Comisión Nacional para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil y la Protección del Trabajo de las y los Adolescentes (Conaeti) revela que esta cifra aumenta si se considera que 1.233.303 niños y niñas realizan tareas domésticas (73,6% son niñas frente a 59,3%, niños). Las niñas y adolescentes dedican el doble de horas a las labores en la casa que los varones (11,6 horas contra 6,2 horas semanales en promedio)”, indica el informe.

Entre otros datos, según la Conaeti, los padres, madres o encargados consideran en su mayoría que el trabajo siempre ayuda a los niños y niñas a aprender a hacer algo para ganarse la vida (83,7%). El 52,5% de los progenitores cree que el trabajo infantil siempre ayuda económicamente al hogar. Sin embargo, solo 3 de cada 10 padres, madres o encargados considera que el trabajo ocasiona cansancio a los niños, niñas y adolescentes.

COVID-19: más niños trabajando

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) advirtió que debido a la crisis ocasionada por la pandemia del COVID-19, es probable que el número de niños trabajando aumente debido a que las familias los involucrarían en la responsabilidad de traer el pan a la mesa.

Cepal señala que en la región los mercados laborales suelen ser precarios: existe una alta proporción de empleos informales (un 53,1% en 2016, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT, 2018).

Mayor cuidado en tiempos de cuarentena

A su vez, el Ministerio de la Niñez y la Adolescencia (MINNA) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), señala que la niñez y adolescencia necesitan el mayor cuidado en tiempos de cuarentena. En el marco de la campaña “CUIDÁnos”, exhortan a tomar protagonismo como agentes de cuidado familiar, observando y ocupándonos con particular atención de la preservación de la salud, así como de la integridad física y mental de las niñas, niños y adolescentes.

“En el contexto de la pandemia de COVID-19, niñas, niños y adolescentes constituyen una de las poblaciones más vulnerabilizadas. Esto se evidencia en los altos números de casos de abuso y violencia que se producen dentro del hogar, situación que se agrava con el encierro de ellos y ellas durante la cuarentena”, sostienen.

Instan a la ciudadanía a permanecer alertas ante señales de maltrato físico y emocional y a ser responsables colaborando con la protección de niñas, niños y adolescentes. Se recuerda que los mecanismos de respuesta a eventuales casos de violencia están en plena vigencia, como el servicio de Fono Ayuda 147 del MINNA cuya llamada es gratuita, además de las Consejerías Municipales por los Derechos del Niño, la Niña y el Adolescente (CODENI) y el sistema 911.

Alertan además sobre el tiempo que los niños pasan en el hogar frente a una pantalla, alientan a mantenerlos seguros de cualquie tipo de maltrato a través de internet. “De igual manera, están expuestos a situaciones de acoso y abuso sexual (“grooming”) en el mundo digital”, señala Patricia Aguilar, Asesora de VIH y sida del UNFPA, sugiriendo que padres y madres se encuentren alertas ante los peligros a través de las redes sociales a los que se exponen niñas, niños y adolescentes.

Indicaron que la comunicación con los niños es vital para conocer acerca de sus posibles miedos y preocupaciones.