Según el documento presentado por el dirigente de izquierda, cuando ingresó al campo político, apenas tenía G. 15.000.000 como efectivo, nada de inmuebles y ningún vehículo a su nombre. Vivía en alquiler y debía G. 100.000.000 en dos cooperativas y en Coomecipar.
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Lo extraño del caso se relaciona a ciertos ítems declarados como activos. Por ejemplo, en mobiliarios acumuló G. 60.000.000, mientras que como “biblioteca” dijo poseer al menos G. 100.000.000. Su salario asignado como ministro de la SEN era de G. 13.912.540.
Camilo Soares fue duramente cuestionado a finales de marzo de 2009 por un caso de sobrefacturación en la compra de panificados, caso que se conocería como el de los “coquitos de oro” cuando se había declarado emergencia en varios departamentos del país. En abril del 2010 el fiscal Arnaldo Giuzzio decidió imputar a Soares y a Alfredo Guachiré, su exdirector de la Unidad Operativa de Contrataciones, por supuesta lesión de confianza.
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Las investigaciones dieron como resultado que el dirigente de izquierda adquirió coquitos por G. 9.074 el kilo cuando el panificado tenía un costo de poco más de G. 4.000 en el mercado, causando un daño patrimonial a Emergencia Nacional de G. 1.224.976.100.
Luego de 11 años de esta investigación, y de varias chicanas presentadas por los investigados, la justicia condenó este viernes a Soares a 5 años de prisión y Guachiré, a 3 años y nueve meses.