“Es como un tsunami lo que estamos viviendo. Vino muy fuerte el golpe inicial, que fue cuando se cerró todo. Desde ese momento las cosas, la incertidumbre, el miedo, la falta de claridad y la caída feroz que hubo en la demanda hizo que muchísimas empresas pasen de facturar bien (…) y viene esto y nos baja de una a todos”, lamentó Defelippe en conversación con ABC este sábado.
Para el líder de la Asociación de Emprendedores del Paraguay, la financiación es clave para que las empresas se sostengan y se reactive la economía. En esto, responsabilizó directamente la excesiva demora del Estado —Legislativo y Ejecutivo— en cuanto al fondeo de Fogapy y a los bancos. Sostuvo que el todo engloba una cuestión de voluntad.
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Citó los casos concretos de Coomecipar y Financiera Solar, entidades pequeñas en comparación a los bancos grandes, que agotaron su cupo de Fogapy. Defelippe indicó que no entiende si cómo ellos pudieron hacerlo, las entidades financieras más grandes, no.
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“La financiación es muy importante. La gente se reinventó todo lo que pudo (…) Fogapy se desplegó con mucha lentitud. Muchas empresas que cerraron podrían haberse salvado (..) Esto es exclusivamente a falta de voluntad para hacer funcionar porque si ellos (Coomecipar y Solar) podían sacar esta resolución por qué las entidades grandes no van a poder hacer lo mismo. Es imposible para mí entender eso”, indicó.
Defelippe añadió que los bancos pidieron al presidente el fondeo del 90% de Fogapy, que sigue en estudio. Lo que pidió ahora es celeridad en la concesión de créditos para las mipymes. Hasta ahora, rondan los 8.500 créditos concedidos y un 30% de uso de Fogapy.
“La demanda fue a la mitad o cero en algunos casos. Ese golpe de alguna forma ya se absorbió como meses de pérdidas: marzo, abril, mayo. En junio algunos repuntaron su facturación de cero a 20, 30%. Pero no conozco casos que hayan vuelto a la normalidad en términos de facturación”, explicó, dando un contexto de la situación.
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“Las mipymes, que somos mayoría en el país y empleamos al 70% de la mano de obra en el Paraguay nos vimos golpeadas de forma mayor porque no hay niveles de protección. Una empresa grande de repente tiene mejor manejo financiero, mayores reservas, no todas, claro”, añadió.
“Eso de que los números no dan, es mentira. No tiene sentido, no cierra, como se dice (…) El efecto que tiene inyectar fondos va a generar un impacto mucho más grande. Esos emprendedores van a estar dispuestos a moverse un poco más, a invertir un poco más (…) Así como plantea el Gobierno hay que invertir en obras públicas, eso es fundamental. Pero también hay una necesidad de que el empleo de clase media paraguaya se resguarde”, opinó.