Pacto Abdo-Cartes traerá graves consecuencias

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El exmandatario Horacio Cartes (izq). no oculta su alegría al presidente   Mario Abdo Benítez. El actual Jefe de Estado perdió el poder real y ahora está  sometido al empresario. (Foto archivo)
El exmandatario Horacio Cartes (izq). no oculta su alegría al presidente Mario Abdo Benítez. El actual Jefe de Estado perdió el poder real y ahora está sometido al empresario. (Foto archivo)Archivo, ABC Color

El pacto de “unidad” colorada entre el presidente Mario Abdo Benítez y el exmandatario Horacio Cartes traerá al Paraguay consecuencias políticas insospechadas para la democracia y las instituciones. El acuerdo somete al Presidente, quien perdió el poder real. Aquí algunas consecuencias.

Análisis del área de Política

1. Golpe a la institucionalidad

La “unidad” partidaria entre el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, y el líder de Honor Colorado, Horacio Cartes, traerá insospechadas consecuencias políticas para el país. El actual Mandatario echa por tierra su discurso institucionalista que propugnó durante su campaña proselitista para las elecciones del 2018.

Cartes, durante su Gobierno (2013-2018), sometió a las instituciones, como la Justicia, la Fiscalía y la Policía. Manejó a su antojo, con su fuerza económica, las bancadas coloradas en las cámaras del Congreso para torcer las leyes en beneficio de sus intereses. En el Ejecutivo cooptó las instituciones y ubicó a sus “gerentes” en Petropar, Aduanas INC, IPS, Seprelad, por mencionar algunos entes.

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El presidente Abdo Benítez tendrá como aliada a la persona que más daño causó a la institucionalidad de la Policía Nacional. Mencionemos los sucesos del 31 de marzo y 1 de abril del 2017, con el atraco a la sede del PLRA y el asesinato del dirigente liberal Rodrigo Quintana.

2. En el Senado

En la Cámara de Senadores, el pacto partidario entre Abdo Benítez y Cartes puede tener un efecto atenuado ya que aún unidas las bancadas del Partido Colorado no tienen mayoría propia para aprobar proyectos designaciones. La “muñeca política” del presidente del Senado Óscar Salomón (Añetete) será clave.

El oficialismo seguirá dependiendo en la Cámara de Senadores de acuerdos puntuales con algunos sectores de la oposición para poder llevar adelante sus propuestas.

Otro problema con el que chocará el oficialismo es que dentro de las mismas bancadas coloradas de Colorado Añetete y Honor Colorado hay algunos senadores que cuestionan con dureza la gestión del presidente Abdo Benítez y no acatarían órdenes.

Uno de ellos es el senador Enrique Bacchetta (Añetete), quien públicamente anunció su salida del liderazgo y manifestó sus críticas al Poder Ejecutivo, que dejó al desnudó la fragilidad del liderazgo de Abdo en su movimiento.

3. Bancada cartista

En la bancada de Honor Colorado, hay también senadores muy críticos, como Sergio Godoy que se mostró en desacuerdo en su momento con la decisión del líder de no respaldar el juicio político al presidente Abdo por el escándalo del “acta entreguista” de Itaipú.

En este escenario, el gran protagonista puede ser el presidente del Senado, Óscar Salomón, quien tomaría la misión de ser el operador del Ejecutivo en la Cámara, aprovechando su buen relacionamiento con todas las bancadas. El presidente Abdo mantenía hasta ahora buenas relaciones con algunos sectores de la oposición, como el Partido Democrático Progresista, Hagamos y algunos referentes del PLRA. Hasta ahora no se sabe si con el pacto cambiará esta situación. Un efecto negativo del pacto para los colorados es que a mediano plazo motive la unidad de los sectores de la oposición para trabar los planes del Ejecutivo. A medida que se acerquen las fechas electorales, las diferencias se pueden ir acrecentando.

4. En Diputados

Las bancadas de Honor Colorado y de Colorado Añetete de la Cámara de Diputados (43 en total) siguen sin conformar las comisiones especiales que deben analizar los pedidos de intervención de los municipios que están en manos de colorados, entre ellos: el de Teniente Esteban Martínez (Presidente Hayes) y Arroyito (Concepción) a diferencia de las intendencias de Pedro Juan Caballero y Concepción, que están en poder de intendentes liberales. Los colorados dilatan el estudio a un año de las elecciones municipales. La mayoría colorada podría actuar como aplanadora en la aprobación de proyectos o en su defecto, trabar iniciativas. El propio Abdo Benítez estimó la semana pasada de una unidad de las bancadas coloradas, algo que está por verse.

5. “Cogobierno”

El acuerdo partidario Abdo- Cartes somete totalmente al actual titular del Poder Ejecutivo a los designios y caprichos del empresario y líder de Honor Colorado. El cartismo ya adelantó que pedirá cambios en ministerios y entes, como lo anunció el diputado cartista “Bachi” Núñez.

Abdo pierde autonomía en sus decisiones de Gobierno. El gran elector es de ahora en adelante Cartes. Como muestra citamos que una vieja iniciativa del cartismo en el periodo legislativo pasado era la anexión de Aduanas a Hacienda, proyecto que se oponía hasta hace poco el ministro Benigno López. Cartes, reacio a apegarse a la institucionalidad y a través de sus voceros, pidió cambios de ministros como en Salud Pública (Julio Mazzoleni), Trabajo (Carla Bacigalupo) y Seprelad (Carlos Arregui).

6. Candidaturas únicas

El convenio Abdo-Cartes incluye consensuar candidaturas en todos los distritos posibles para las municipales con la chapa de “Concordia Colorada”. También dispone pasar para el 2022 las elecciones para presidente de la ANR, que actualmente ejerce el diputado cartista Pedro Alliana, tener listas únicas (como en la dictadura de Stroessner) y se da por hecho también la impunidad para procesados, como el senador cartista acusado Javier Zacarías Irún, el exsenador cartista acusado Óscar González Daher; y los diputados de Añetete, Miguel Cuevas y Ulises Quintana, acusados y con prisión preventiva, por mencionar algunos. El acuerdo también prevé la reestructuración de la Junta de Gobierno de la ANR, con la incorporación de dirigentes de Añetete en la Comisión Ejecutiva, pero siempre con una leve mayoría cartista, que bajará la línea política. A cambio, el Mandatario podría pensar en terminar su mandato en agosto del 2023 y olvidarse, por ahora, el juicio político, que casi le costó el cargo hace un año.

7 . Presión para opositores

El pacto partidario Abdo-Cartes, que mira las elecciones municipales (2021) y las generales (2023), obliga a la oposición a reorganizar sus fuerzas, muy desperdigadas por disputas internas y con agendas propias. El principal partido de la oposición, el PLRA, navega en la incertidumbre, con las viejas rencillas entre el titular liberal, Efraín Alegre (imputado por supuestas sobrefacturaciones en campaña electoral) y el líder del sector llanista, senador Blas Llano, avezado en la lides de las negociaciones políticas. El Frente Guasu, ocasional aliado electoral del PLRA, no muestra mucho interés en acuerdos, sino tiene su propia agenda. El Partido Democrático Progresista (PDP) se encuentra en la encrucijada de si permanece en el cogobierno abdocartista. La senadora Desirée Masi es fuerte opositora a Horacio Cartes, pero referentes de su partido siguen como ministros o altos funcionarios en la actual administración de Abdo Benítez.

8. Imagen internacional

El acuerdo Abdo-Cartes tiene repercusión internacional. El exmandatario está investigado actualmente en el Brasil por el caso Lava Jato por su vínculo con el “doleiro” (cambista), su “amigo del alma”, Darío Messer. El exmandatario no pisó la Casa Blanca durante su Gobierno, tal como sí lo hizo Mario Abdo en diciembre del 2019, en su visita oficial a Donald Trump. Tras la enmienda de sangre del 2017, el secretario interino para el Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de los EE.UU., Francisco Palmieri, pidió a Cartes desistir su inconstitucional reelección.

Por otro lado, Paraguay está en el ojo del Grupo de Acción Financiera Latinoamericana (Gafilat), que toma el examen final al país sobre la lucha contra el lavado de dinero. El objetivo es evitar la “lista gris”.