El viceministro de Administración Financiera de Hacienda, Óscar Llamosas, dijo a ABC que el PGN 2021 se ajustará al tope de déficit, pero que a los efectos de no afectar tanto el ritmo de inversión pública se presentará al Congreso el proyecto de ley de modificación de la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF).
Explicó que la modificación que solicitarán, entre otros puntos, es que la convergencia para llegar a un equilibrio fiscal sea en un periodo de entre tres a cuatro años, “no de golpe” porque eso terminará afectando el proceso de reactivación que se pretende lograr para que la economía el próximo año vuelva a crecer.
En el caso en que el Legislativo apruebe el referido proyecto de modificación, esto permitirá al Gobierno ejecutar más obras y cerrar nuevamente el ejercicio 2021 con un déficit mayor a lo previsto inicialmente en la ley, que se financiará con más endeudamiento.
Los escenarios preliminares manejados en Hacienda dan cuenta que el presupuesto para el año venidero no deberá estar por debajo del presupuesto inicial 2020 o, por lo menos, en el mismo nivel debido a la falta de ingresos.
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El presupuesto de este año arrancó con un monto de G. 86,3 billones (US$ 13.525 millones), que equivale al 37,2% del PIB. Sin embargo, a julio aumentó a G. 96,6 billones (US$ 15.139 millones), que equivale al 41,6% del PIB, por las deudas contraídas durante esta pandemia.
Tope de déficit
De acuerdo con los informes oficiales, el último superávit fiscal se registró en 2011, equivalente al 0,7% del PIB; pero desde el 2012 se viene cerrando con déficit consecutivamente y desde el año pasado superando el tope fijado en la Ley de Responsabilidad Fiscal.
En 2019, el saldo rojo de la administración central fue el equivalente a 2,9% del PIB (US$ 1.123 millones), por encima del tope legal luego de que el Ejecutivo solicitara al Parlamento que aplique la excepción, argumentando la necesidad de invertir más en obras públicas para reactivar la economía golpeada por la sequía.
Para este año se prevé que el déficit se dispare a 7,2% del PIB (US$ 2.676 millones), atendiendo el elevado endeudamiento contraído para enfrentar la pandemia por covid-19 y mitigar sus efectos en la economía, así como las nuevas deudas a ser requeridas mediante el plan de recuperación económica.
La deuda pública había cerrado el año pasado en US$ 8.859,1 millones y se estima que para fin de año llegará a US$ 12.553 millones, lo que equivale al 34,5% del PIB, lo que representa un aumento del 41,6% en un lapso de siete meses.
Volver lo antes posible
Los economistas y exministros de Hacienda, César Barreto y Manuel Ferreira, son partidarios de que se retome el control en el manejo del déficit fiscal y que se vuelva lo antes posible al tope de 1,5% (US$ 545,2 millones), a más tardar en 2022, o incluso al equilibrio fiscal.
Ambos especialistas recomiendan que para cumplir con esta meta se debe implementar un duro ajuste de cinturón en el Estado, que incluya el recorte de gastos corrientes, congelar todos los salarios públicos, cero contrataciones y nombramientos de personal, entre otras medidas, para no generar otro tipo de problemas en la economía.
Harán recortes y reasignaciones
A 15 días del vencimiento del plazo para la presentación al Congreso del proyecto de Presupuesto General de la Nación 2021, el Ministerio de Hacienda entrará desde esta semana a realizar los recortes de gastos y la asignación de fondos a programas considerados prioritarios que aún no cuentan con financiamiento, como en el caso del déficit de la Caja Fiscal, el crecimiento vegetativo de programas sociales como Tekoporã y de Adultos Mayores, entre otros. El plazo máximo para la entrega del plan de gasto vence el 1 de setiembre venidero.
