Chase conversó este martes con ABC sobre la sequía que afecta al país y cómo podría tener relación con la provisión de agua potable. En ese sentido, el titular de Essap respondió que se tomaron las medidas de contingencia para que el servicio no se vea afectado. Para ello, compraron unas motobombas móviles que serán colocadas en el río Paraguay y que llevarán agua a la planta de tratamiento de Viñas Cue, con lo que por lo menos en Asunción y Central se garantiza la provisión.
“El porcentaje de seguridad es el 100% (de que no falte agua). Vamos a asegurarnos de tener todas las precauciones, sería caótico tener a 2.000.000 de paraguayos sin agua”, dijo Chase, al tiempo de detallar las medidas de contingencia tomadas.
“Ayer licitamos unas bombas en una licitación de emergencia que ganó Récord Electric y que estarán operativas en siete días, ahora prestamos dos de la EBY (…) Esas bombas flotantes se instalarán en el río”, detalló.
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En cuanto a los cortes de luz que pueden afectar al servicio, indicó que la planta de Viñas Cue tiene una línea de transmisión propia, que es bien cuidada por la ANDE. “Es una línea segura, con una sola subestática; el año pasado tuvimos dos cortes y este año solo un pestañeo. Es bastante segura”, refirió.
San Bernardino, sin embargo, no correría la misma suerte. Chase contó que el pico máximo de consumo se alcanzó hace un mes porque “aparentemente todo el mundo se mudó allí”. Esperando aún más gente en el periodo de verano, la compañía licitará dos plantas móviles que deberán estar instaladas en un plazo de 90 días. “Vamos a apretarle a la empresa que gane para que termine en ese plazo”, refirió.
En otro momento, contó que además de la gran cantidad de personas que fue hasta San Bernardino, hay 800 obras en marcha y 400 solicitudes de conexión que la Essap no puede concretar porque no tiene la capacidad, reconoció su presidente.
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Chase habló de la necesidad de una tarifa diferenciada para esa ciudad, ya que la migración en determinados periodos hace que haya picos de consumo en partes del año, pero en gran parte de él no hay consumo y, por ende, no hay ingresos para concretar inversiones.
La garantía en cuanto a la provisión de agua depende de cuánto use la gente. La autoridad llegó a cuestionar inclusive que casi la mitad del agua potable que se usa en la ciudad es para regar plantas y dio a entender que las personas deben regular esta y otras actividades para asegurar la provisión.
“San Bernardino es una ciudad que genera pérdida. Es complicado el manejo de una ciudad sin tarifa diferenciada”, manifestó.
Miles de conexiones clandestinas
El presidente de Essap reprochó el que muchas personas de barrios pudientes tengan conexiones clandestinas. En Asunción y Central son unas 25.000, indicó. Del 42% de agua que pierde la compañía, el 20% consiste en este tipo de conexiones ilegales.
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“Es triste que gente con poder adquisitivo recurra a esta opción. En bañados y zonas menos pudientes hasta podemos llegar a entender por una cuestión de necesidad (…) Tenemos 380.000 usuarios, de los cuales 340.000 están activos. Son un problema casi cultural las conexiones clandestinas”, concluyó Chase.
