Zunilda Aveiro Martínez y Tania Ocampos Pecci, ambas de 43 años, prestan servicios desde hace más de 20 años en la 1ª Compañía del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay (CBVP). También son profesionales y trabajan en instituciones públicas, pero siempre están alertas a cualquier llamado de emergencia que se presente.
Ambas coincidieron en que la cobertura que más les afectó realizar fue la de la tragedia del Ycuá Bolaños, el 1 de agosto de 2004, debido al impacto generado.
“Mi vida es un mundo de emergencia. Trabajo en la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) y soy bombera voluntaria de la 1ª Compañía –desde– hace 20 años. Estoy presente cuando hay sequías, inundaciones y fenómenos climatológicos sirviendo al país”, relata Zunilda Aveiro Martínez, quien es madre de dos hijos, uno de 19 años y otro de 13.
“Las mujeres combatimos directamente el fuego como lo hacen los hombres. También vamos a los servicios de rescate vehicular, de animales, derrumbes y emergencias prehospitalarias, como accidentes de tránsito”, enfatizó.
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Zuny destacó además que es combatiente en cada servicio que hay y que actualmente está a cargo de un grupo de guardias en su compañía. Fue además directora administrativa de su cuartel.
“Nosotras también queremos ser valoradas por todos, porque las mujeres también estamos en todas partes, al lado de los varones”, puntualizó.
Igual trato en el servicio
Tania Ocampos Pecci (43) es funcionaria del Viceministerio de Educación Superior, dependiente del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC). Asimismo, es docente universitaria, tiene una maestría en Logopedia y una licenciatura en Psicomotricidad.
“Juré como combatiente el 4 de octubre de 1998 y llevo 22 años de servicio en la 1ª Compañía”, recalcó Tania, quien tiene un hijo de 20 años de edad.
“Acudimos a los mismos servicios que cualquier voluntario del sexo masculino. Nosotras somos parte del equipo, no hay ningún tipo de discriminación y trabajamos codo a codo frente a los servicios, como incendios, accidentes de tránsito y rescate de animales, etcétera”, destacó.
La combatiente lamentó que “la gente tira botellas de vidrio en los bosques, baldíos y pastizales, pensando que no van a causar ningún daño”. Explicó que en los días de intenso calor, el vidrio produce un "efecto lupa” al entrar los rayos solares en contacto con él, lo cual provoca calor e incendios.
“Desde el CBVP pedimos que nos apoyen en este difícil momento porque su aporte puede salvar vidas”, solicitó Tania Ocampos.