Con estallido de petardos, acompañamiento de la bandita y el control policial, los lugareños se decidieron a salir a reclamar el derecho de tener acceso al agua y más aún porque la Essap pese a brindar un pésimo servicio, siguen facturando y obligando a pagar a los usuarios.
Asimismo, se trasladaron hasta la Municipalidad local para saber si la intendenta Lorena Burgos (ANR) sigue con las gestiones respecto al pedido solicitado al Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), de perforar un pozo para el barrio la Negrita I y II.
En esta época de pandemia, donde las autoridades sanitarias piden lavar las manos, en este municipio se sufre la falta de agua no por falta de recursos, sino por inoperancia y por falta de voluntad de sus autoridades. Se estima que de Paraguarí, la Essap cobra en concepto del deficiente servicio del agua, unos G. 2.228 millones anuales. Sin embargo, no son capaces de perforar un pozo para poder mejorar la distribución del vital líquido en la zona, remarcó el concejal municipal Carlos Fernández (ANR).
El presidente de la comisión vecinal “Jukyry”, Martín Meza, entregó una nota al responsable de la aguatera local, Patricio Blanco, para que en la brevedad posible se reúna con el presidente de la Essap, Natalicio Chase, y atienda el reclamo de los pobladores.
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La intendenta Burgos manifestó que va insistir para saber qué propuesta reciben del MOPC.
También el mismo Presidente Mario Abdo Benítez se había comprometido que a través del director de la Entidad Binacional Yacyretá, Nicanor Duarte Frutos, se iba a perforar un pozo para dar solución a la comunidad afectada, pero hasta el momento no tienen nada seguro.