Penoso estado de calles en plena Capital

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Así de lamentable es la situación de la calle Carlos Centurión en su intersección con Belisario Campos.
Así de lamentable es la situación de la calle Carlos Centurión en su intersección con Belisario Campos.Captura de pantalla del video

Sobre las calles Centurión y Belisario Campos, muy cerca de la Industria Nacional de Cemento, un verdadero “cráter” cubre gran parte del camino. Además de ser una vergüenza el estado del tramo, significa un daño material constante para los vehículos que transitan por la zona y un eventual peligro para la integridad de los transeúntes.

En plena capital de Asunción, en el límite con la ciudad de Lambaré se encuentra este “cráter”. Los vecinos comentan que la situación es prácticamente de toda la vida y que nunca se ha arreglado realmente.

Lo máximo que han hecho algunas autoridades antes de cada elección es venir a “maquillar” el camino, pero los arreglos se esfuman con la primera lluvia.

Se trata de la intersección de Carlos Centurión y Belisario Campos, una calle alternativa bastante transitada por los conductores, según contó la vecina Gladys Hermosilla, quien clamó a las autoridades que se haga “al menos una cementada” en esta avenida.

Un nuevo “géiser”

Por si fuera poco lo que tienen que pasar, se suma también al espectáculo un caño roto de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap) que despide un “manantial” de agua que le hace seria competencia al conocido “géiser” de la avenida Primer Presidente. El chorro de agua brotó en pleno contacto en vivo del equipo periodístico de ABC TV.

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El vecino Juan Reyes contó que intentó tapar caseramente esta pérdida de agua con presión que existe en la esquina, pues ya estaba salpicando a los cables y era muy peligroso que se genere un percance eléctrico, además del desperdicio de grandes cantidades de agua.

Pero las soluciones caseras no son duraderas y, además, no le corresponde realizarlas, pues debe ser la empresa aguatera del Estado la que concrete una reparación profunda en el lugar.

Este es el escenario que viven con cada lluvia los pobladores de este barrio asunceno, que piden una urgente solución, porque por años han recibido solo promesas.