Hace 14 meses Ortega Escobar se propuso cultivar rosas de varas largas, muy difíciles de producir por nuestra temperatura excesiva, pero ni la sequía ni los infortunios lo detuvieron. “Es una producción pequeña a modo de ensayo”, explicó.
Su invernadero esta en la Compañía Cabañas, a 100 metros de la parroquia María Auxiliadora, en un espacio de 18 metros de ancho por 8 metros sembró en tablones las rosas por injerto de yema. Según cuantificó en julio del año pasado llegó a tener 1.200 flores.
Su interés surgió a través de la Cámara florícola cuando fueron a Ecuador con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), según testimonia. Sus 800 plantas obtenidas en pleno verano son una muestra de que aquí en el Paraguay podemos cultivar flores.
“La idea era probar con el clima que tenemos, la verdad que con muchos inconvenientes pudimos sacar la producción. Pero lo que puedo decir es que podemos producir lindas rosas, de color amarillo y rojo con varas de 60 a 70 cm., dependiendo del clima y la temperatura. Sabemos que nuestro promedio pasa los 30 grados pero con tecnología, fumigación y riego por goteo se puede”, aseveró.
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“A estas rosas las conocemos como “Carola” en la comunidad, y las vendemos en florerías de Asunción”. Estas que logró ahora cuestan G. 25.000 el paquete que trae 20 pimpollos.
Un ejemplo de perseverancia y amor al trabajo, porque la jardinería demanda sudor, pero el resultado está a la vista con la cosecha de estas flores.