El Consorcio Unión, integrado por las empresas CDD Construcciones SA y la Constructora Heisecke SA (César Delgado y José Luis Heisecke), quizás sea el más beneficiado con la obra del puente que unirá Asunción-Chaco’i, debido a que se encarga del diseño y la construcción de la megainfraestructura, por lo que podría buscar soluciones más rentables para el grupo y no para la ciudadanía.
En este sentido, el arquitecto Carlos Jiménez, presidente del Colegio de Arquitectos del Paraguay, mencionó que otorgar el diseño y la construcción de una obra a una sola empresa “solo cabría aceptar si es una Alianza Público Privada (APP)”, es decir, en caso de que el contratista se encargue de pagar la obra.
En el caso del puente en construcción, indicó que una desventaja es que, de las infinitas opciones de diseños posibles, la firma adjudicada elegirá la opción más rentable y no necesariamente la más conveniente o mejor resuelta. Esto porque el diseño “no está legitimado por un concurso de calidades sino de precios”, expresó. Entre las ventajas dijo que se “concentra la responsabilidad (en la empresa)”.
Sin embargo, resaltó que lo ideal es que primero se tenga un plan maestro participativo, que atienda aspectos ambientales y urbanísticos del sector, para no extender el área metropolitana al infinito, lo que según afirma, penaliza transporte, desdensifica la ciudad y la vuelve insostenible. “Luego de terminar el diseño de las cabeceras y pautar sus usos, finalmente se debía hacer el proyecto del puente, con una consultora especializada que haya ganado el diseño, comparando alternativas de calidad, y luego licitar la obra con el diseño ya desarrollado. Aquí concursaron el nombre del puente, pero no su diseño”, lamentó.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
A su turno, el arquitecto Rodrigo Resck, del Centro de Investigación, Desarrollo e Innovación (CIDI) de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte (FADA) de la UNA, expresó que lo ideal “es que cada paso de un proyecto como el puente a Chaco’i sea compartido públicamente” para que la ciudadanía entienda cuál es la responsabilidad de cada etapa técnica.
“Sin saber cómo es el proyecto, es difícil saber si la empresa adjudicada está cumpliendo. No puedo comentar sin saber. Pero como toda gestión opaca, lo único que genera es desconfianza. Ni a los diputados contestaron”, expresó.
Justamente, el diseño final del puente aún no se dio a conocer a la opinión pública y de acuerdo con los datos, en el río ya se encuentran algunas de las embarcaciones que brindarán apoyo en el proceso de montaje de los pilotes del puente, que serán colocados directamente en el lecho del río. El titular del MOPC, Arnoldo Wiens, indicó hace unos días que solo falta que aprueben el proyecto ejecutivo de la parte de “arriba” del paso atirantado.
Precio, financiación y semejanza con el metrobús
El puente que unirá Asunción con Chaco’i fue adjudicado por G. 789.417 millones bajo la modalidad de “suma alzada”, lo que significa que no debería modificarse el precio de la obra. Sin embargo, todo indica que habrá incrementos en el costo, ya que hay importantes cambios respecto a la obra que el MOPC licitó.
El proyecto es financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a través de un préstamo de libre disponibilidad que había sido aprobado en 2019, por lo que podrían usar la excusa de las políticas de la entidad multilateral para incrementar el precio de la infraestructura vial, tal como ya ocurrió en el caso del fallido metrobús, cuyo contrato no se rigió por la ley de Contrataciones.
Recordemos que el diseño final del fracasado metrobús estuvo a cargo de la empresa portuguesa Mota Engil, que terminó demandando al Estado en un arbitraje que está en curso. En esta obra agregaron millonarios sobrecostos por obras que incluyeron al plan.
En el caso del puente, el diseño de la obra se está aprobando “por partes” y nadie explica los cambios que tendrá, y se teme que también tenga el mismo destino que el traumático metrobús del Gobierno anterior.