Otra vez la INC comprará clínker importado y desnuda inoperancia

En época de escasez de cemento, la INC vendía su clínker al sector privado, pero ahora la estatal comprará este producto en el extranjero. Con este fin lanzó una licitación por G. 42.545 millones, para la adquisición de 60.000 toneladas del insumo vital para la producción. Titular de la estatal defiende el llamado y dijo que es para cubrir el déficit de la parada del horno de Vallemí.

Ernesto Benítez, presidente de la INC.
Ernesto Benítez, presidente de la INC.Archivo, ABC Color

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La Industria Nacional del Cemento (INC) nuevamente lanzó una licitación por nada menos que G. 42.545 millones, para la compra de 60.000 toneladas de clínker importado, situación que evidencia que la estatal no está produciendo la cantidad que necesita de este vital insumo para la producción de cemento.

La cementera tiene en su cantera de Vallemí piedra caliza que le permitiría producir clínker durante casi 1.000 años, pero por la inoperancia de sus administradores siguen comprando producto importado.

Vale señalar que con parte de la “inversión” de los US$ 80 millones que se realizó en la empresa, durante el gobierno anterior, financiados con bonos soberanos, se debía aumentar la producción de clínker –con el cambio de combustible del horno de Vallemí–, y por ende, también incrementar el despacho. Empero, esto no ocurre hasta ahora. El titular de la empresa estatal, Ernesto Benítez, justificó la compra alegando: “Esta licitación de clínker, en particular, es la que se realiza cada año para cubrir el déficit de la parada del horno de Vallemí por mantenimiento”, expresó.

Cuando se le consultó por qué la INC vendía su clínker en época de escasez de cemento, el año pasado, y ahora comprará este producto, dijo que esto se hizo porque “en ese entonces la producción del horno superaba la capacidad de transporte del clínker de Vallemí a Villeta”, debido a la bajante del río. “Eso provocó un sobrestock que excedía la capacidad de almacenamiento seguro. Entonces, si el clínker se dejaba a la intemperie se iba a degradar la calidad y se iba a terminar perdiendo ese material”, expresó.

Agregó que por eso se decidió en su momento la venta de 5.000 toneladas a una empresa (de Luis Pettengill) que necesitaba producir cemento para las obras viales que tiene en el Chaco y otras 10.000 toneladas a la competencia (Yguazú), que “también atravesaba en ese entonces por problemas ocasionados por la bajante del río”. Defendió que la venta se hizo con base en el valor de la última compra del producto importado y que fue “un buen negocio para la INC”.

Cuando se le insistió por qué la INC no puede producir el clínker que necesita, indicó que “la demanda de cemento en Paraguay desde hace muchos años es mucho mayor a la capacidad de producción de clínker instalada en Vallemí” y que “es necesaria la instalación de una nueva línea de producción de clínker para satisfacer el consumo”.

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