Nutrición, inmunología y covid-19

La nutrición es un componente determinante en el desarrollo y mantenimiento de la respuesta inmune. No existen fórmulas mágicas e instantáneas en el ámbito de la nutrición, numerosos estudios científicos constatan que una dieta variada y saludable, aliada a un estilo de vida con hábitos saludables, contribuye al buen funcionamiento de las defensas.

Los enfermos de covid-19 deben tener sus propios cubiertos y mantenerlos limpios. Foto: Pixabay.
Los enfermos de covid-19 deben tener sus propios cubiertos y mantenerlos limpios. Foto: Pixabay.gentileza

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Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en ningún caso la alimentación, por sí misma, evita o cura la infección por coronavirus, o por cualquier otro virus. “Entonces se deduce que ningún alimento o suplemento dietético puede prevenir ni curar el covid-19; sin embargo, una alimentación saludable es importante para el buen funcionamiento del sistema inmunitario” explicó la Lic. Cristina B. Ciresa Peris, nutricionista.

El sistema inmunitario

Según mencionó la profesional, el sistema inmunitario es el encargado, entre otras cosas, de combatir ataques de agentes patógenos, como en este caso al covid-19.

“En el último año, desde el inicio de la pandemia, las consultas de los pacientes respecto a la alimentación y el sistema inmunitario se ha incrementado. No obstante, el mismo debe encontrarse totalmente funcional durante todo el año, independientemente al periodo de pandemia”, mencionó.

La nutricionista agregó que una nutrición adecuada favorece a dicho sistema, reduce la probabilidad de aparición de otros problemas de salud como la obesidad, las enfermedades del corazón, la diabetes, dislipidemias, hipertensión arterial, algunos tipos de cáncer, entre otros, que constituyen factores de riesgo extra para pacientes con covid-19.

Recomendaciones de una alimentación saludable que favorece al buen funcionamiento del sistema inmune:

- Una buena hidratación: Es crucial el consumo de agua para mantener una salud óptima. Evitando el consumo de bebidas azucaradas y de bebidas alcohólicas. Se recomienda beber especialmente agua, entre 6 a 8 vasos al día, también se pueden consumir infusiones, frutas acuosas, sopas de verdura, etc.

Mantener la hidratación es fundamental, especialmente en estados febriles o con presencia de tos. Se recomienda la ingesta de 1,5 a 3 litros de agua al día. Una mucosa seca e irritada facilita el ingreso del virus, mientras que una mucosa sana e hidratada será la primera barrera física que el virus tendrá por delante.

- Consumir frutas y verduras: se recomienda tres porciones de vegetales y dos o tres porciones de frutas. Son fuentes ricas de vitaminas, minerales, fibras, antioxidantes y otras sustancias biológicamente activas que mejoran el sistema inmunológico.

- Consumir cereales y legumbres: consuma todos los días una combinación de cereales integrales como trigo, maíz o arroz y legumbres como lentejas o porotos.

Elija cereales integrales, no procesados: son ricos en fibra beneficiosa y proporcionan una sensación de saciedad más duradera.

- Reduzca el consumo de sal y de alimentos ricos en sodio: limitar el consumo de sal a 5 gramos diarios (una cucharadita). Evitar los alimentos enlatados, los alimentos muy procesados, los snacks, embutidos, salsa de soja, bebidas carbonatadas gusto cola, entre otros, ya que son muy ricos en sodio. Pruebe condimentar con hierbas o especias frescas.

- Disminuir el consumo de grasas y aceites: especialmente los alimentos con grasa animal o grasas saturadas como las frituras, los alimentos industrializados, los productos de pastelería, entre otros, preferir los lácteos desnatados o descremados, preferir las carnes magras.

- Limite el consumo de azúcar: evitar el consumo de golosinas, chocolates, bebidas dulces, entre otros. Preferir el uso de edulcorantes, especialmente los elaborados a base a ka’a he’e (stevia).

- Consumir carnes magras: bajas en grasa, preferir las blancas, antes que las rojas.

Función inmunológica

“Hablando específicamente de la función inmunológica, es importante destacar el papel del consumo de vitaminas, minerales, ácidos grasos y prebióticos”, relató la licenciada.

Las vitaminas hidrosolubles (vitamina B, ácido fólico, B12 y vitamina C) regulan la respuesta inmunitaria del organismo frente a ataques externos.

En cuanto a los minerales, el hierro, el cobre, el selenio y el zinc tienen un impacto en la proliferación de diferentes tipos de anticuerpos y, juntamente con las vitaminas liposolubles e hidrosolubles, potencian un adecuado desarrollo y mantenimiento del sistema inmune.

Los ácidos grasos Omega-3 también son importantes, tanto para fortalecer el sistema inmunitario, como para cuidar la salud cardiovascular, visual y cerebral.

Consumo de fibra

El consumo de fibra es otro componente que ayuda al bienestar de las bacterias beneficiosas que residen en el intestino y que juega un papel importante en el sistema inmunitario.

Los probióticos son igualmente buenos aliados del sistema inmunitario, tanto los yogures, por ejemplo, como el kéfir, son alimentos fermentados que aportan bacterias buenas a la microbiota.

Estos micronutrientes son capaces de mejorar la inmunidad encargada de generar más anticuerpos.

Estudios científicos avalan que los micronutrientes mencionados con anterioridad ayudan al sistema inmune contra las infecciones virales.

Sin embargo, aún no se ha divulgado ningún estudio sobre la actuación de esos micronutrientes, de manera específica contra el covid- 19.

Condición emocional

Recordemos que el sistema inmune afecta nuestra condición física general y emocional, debemos por lo tanto:

- Cuidar nuestro estado anímico, sentirnos bien, activos y fuertes.

- Mantener una adecuada alimentación. Asegurarnos un buen descanso.

- Controlar los factores de estrés.

- Realizar actividad física diaria.

“La conjunción de todos estos factores nos otorgará un buen estado de salud”, finalizó Ciresa Peris.

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