El crédito en cuestión, por un monto de US$ 115 millones, corresponde al Banco Mundial y estaba destinado al Fortalecimiento de las Unidades de Salud Familiar, a ser administrados por el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social.
El senador liberal Amado Florentín, vicepresidente segundo de la cámara y presidente de la Comisión Bicameral de Control de Gastos de la ley de emergencia por el Covid-19, fue quien “descubrió” la no utilización de este préstamo.
Según reveló él mismo, durante la reunión de la comisión de Hacienda del pasado lunes, de este préstamo solo se ejecutaron hasta el momento unos US$ 20.000 dólares, es decir, menos del 1%. Por lo tanto, aún restaban por ser utilizados unos US$ 114.980.000 dolares.
Durante el debate en la sesión de ayer, la senadora Desirée Masi (PDP) señaló que en su momento, cuando fue tratado en el Senado, había cuestionado este préstamo, ya que gran parte del mismo estaba destinado a pagar consultorías y capacitaciones. Al respecto, dijo que en aquel entonces, su reclamo no fue tenido en cuenta pero que ahora “en segunda instancia estoy ganando” ya que un porcentaje del mismo será destinado a salvar vidas y no para temas que no son prioritarios.
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La falta de utilización de este préstamo y la experiencia de haber contraído el covid-19 motivó que el senador colorado Enrique Bacchetta dijera que el exministro de Salud Julio Mazzoleni demostró ser un mal administrador.