Si bien este régimen no es del todo apropiado, el economista Hugo Royg considera que algo se debe hacer al respecto de la situación que vive Ciudad del Este.
Sostiene que la causa debería movilizar a todos, porque a nadie le conviene que la economía del este muera, y que debería implementarse acciones que la hagan más competitiva dentro de un comercio internacional más formal, y no en esquemas semiinformales.
Por su parte, la Cámara de Comercio y Servicios de Ciudad del Este insiste en la necesidad de que se apruebe el proyecto de ley de competitividad fronteriza, que el año pasado fue puesto a consideración de la Cámara de Senadores. El gremio argumenta con esto que se plantea regular el régimen de turismo comercial fronterizo, que permita la comercialización de las mercaderías que ingresen a territorios no aduaneros, para su posterior venta al turismo en ciudades fronterizas, cabeceras departamentales y en Asunción.
La propuesta es que las ventas sean realizadas por empresas habilitadas y cuyo destino exclusivo sea la comercialización a personas no residentes en el país.
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Con esto, la Cámara señala que se busca otorgar competitividad al comercio de frontera, teniendo en cuenta que en varias ciudades fronterizas de países vecinos ya operan las tiendas libres de impuestos, conocidas como “Duty Free”.
El economista dijo que la crisis sanitaria causada por el covid-19 y la consecuente crisis económica lo que hizo fue desnudar los desafíos estructurales que tiene la economía paraguaya, y que uno de esos desafíos es mejorar la calidad de las políticas públicas y, el otro, está vinculado a una estructura productiva con capacidad de respuesta a un mundo cambiante.
Explicó que el cierre de la frontera nos muestra que no podemos seguir apuntando a un comercio semiinformal, porque el mundo se va sofisticando cada vez más y requiere de reglas de juego claras y transparentes. “Los esquemas de zona franca, de paraísos fiscales entre otras cosas no son eficientes para triangular y combatir la evasión de impuestos”, afirmó.
Insistió en que se debe apuntar a mejorar la capacidad productiva, porque claramente la zona de frontera se ve afectada negativamente en ese contexto; que es necesario buscar medidas de compensación e impulso de una nueva estructura económica, pero que eso no es generar condiciones para una mayor informalidad. Expresó que las medidas tienen que ser aquellas que mejoren la competitividad, nuestra la logística, nuestros vínculos internacionales, pero no más acciones que sean o parezcan que queremos generar contrabando solapado y evasión de impuestos solapado con nuestros socios comerciales.
“El mundo de hoy reclama mayor competencia, mayor flexibilidad y cambio, mayor transparencia y compromiso fiscal, porque es importante tener esquemas que generen compromisos fiscales, por el hecho de que finalmente todos demandamos políticas públicas adecuadas”, destacó. En ese contexto, dijo que con la crisis de la pandemia la gente se va a vacunarse a EE.UU., revela que están consumiendo el gasto público generado por empresas y ciudadanos americanos a través de los impuestos.
“En cambio nosotros porqué no tenemos la vacuna, sencillamente porque tenemos una economía informal muy grande, bajo compromiso fiscal, elevado nivel de corrupción y manejo poco prolijo de las finanzas públicas”, finalizó Royg.