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“... el mercado eléctrico regional de los potenciales compradores de nuestra energía tiene sistemas de fijación de precios horarios, por tanto, al no estar compatibilizado nuestro sistema de comercialización con los sistemas dinámicos de comercialización de nuestros potenciales compradores, el Paraguay no tendría la competitividad ni el dinamismo suficiente para la comercialización de sus excedentes de energía eléctrica”, apunta Villordo en el documento de referencia.
¿Qué propone el expresidente de la ANDE ante esta realidad? “Es necesario rever y cambiar el sistema actual de fijación de tarifas, determinado por la ley 966/64 (ley orgánica de la ANDE)”.
Detalla que, según ese sistema, “las tarifas deben ser propuestas por la ANDE y aplicadas vía decreto del Poder Ejecutivo”.
El técnico, que también fungió de consejero paraguayo de Itaipú, no se limita a explicar el proceso, sino también a evaluarlo: “es un sistema de fijación plana de tarifas, que contempla, ciertamente, principios de orden político y social, donde la máxima autoridad del país se reviste de un carácter operativo muy diferente de los potenciales compradores de nuestros excedentes energéticos, que poseen sistemas de fijación de precios dinámicos y horarios”.
Si el examen no termina en la esfera comercial del negocio eléctrico que practica la empresa estatal paraguaya, también entra en el territorio de la generación: “En lo que respecta al sistema de generación, sus fuentes principales, por no decir únicas, son todas hidráulicas, con un sistema normativo muy burocrático que no incentiva la inserción de nuevas fuentes de generación alternativas. De hecho se tiene una ley del productor independiente de energía eléctrica, que desde el año 2006 no ha conseguido la incorporación de ninguna fuente de generación”.
Sobre el sistema de distribución señala que debería ser “reanalizado a los efectos de evitar injerencias externas, y el sistema de comercialización igualmente merecería ser reanalizado a los efectos de controlar las pérdidas y la morosidad, que a la larga se traduciría en ingresos a la ANDE si se revirtieran las deficiencias”.
Apunta, asimismo, que el sector eléctrico paraguayo “no es una isla regional”, que debe insertarse en el sector eléctrico regional “para participar en los negocios y oportunidades que se dan en el mercado eléctrico regional, generando divisas para el Paraguay y la ANDE, y en el futuro le permitiría en último ratio la compra de energía eléctrica para satisfacer sus requerimientos de demanda y/o la venta de sus energías excedentes provenientes de sus fuentes de generación actuales y futura”.