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Mientras la salud y la economía agonizaban, la Gobernación de Alto Paraguay encabezada por Domingo Adorno (ANR) decidió destinar cerca de G. 800 millones para la refacción y construcción de dos iglesias en diferentes puntos de su departamento.
Así lo dan cuenta documentos a los que tuvo acceso ABC Color.
Operativo año nuevo
El 29 de diciembre de 2020, en el penúltimo día hábil del año pasado; la Gobernación de Alto Paraguay emitió una serie de órdenes de compra a favor del Vicariato Apostólico del Chaco, encabezado por monseñor Gabriel Escobar.
La orden de pago número 850, por ejemplo, fue por más de G. 254 millones. En el concepto hicieron figurar que el dinero debía ser destinado al “Proyecto de Ampliación y Restauración de la iglesia Vicaría Sagrada Familia de la ciudad de Puerto Guaraní”.
En las rendiciones de cuenta aparece como aporte gubernamental a entidades educativas e instituciones privadas sin fines de lucro.
Un día más tarde, el 30 de diciembre, la Vicaría Apostólica del Chaco emitió la factura 001-001-0000542 por el monto antes señalado: G. 254 millones.
Parroquia nueva
Ese mismo miércoles 30 de diciembre de 2020, la Vicaría Apostólica del Chacho emitió otra factura a nombre de la Gobernación del Alto Paraguay. La factura número 001.001.0000540 era por más de G. 358 millones.
En la descripción hicieron constar que se trataba de un “Aporte para la construcción casa parroquial Toro Pampa”.
Lo curioso del caso es que el mismo Domingo Adorno, gobernador que autorizó el año pasado las órdenes de compra para la construcción en Toro Pampa, publicó en 2018 fotografías visitando las obras en la Parroquia de Toro Pampa, misma iglesia para la que volvió a destinar otros G. 350 millones apenas dos años después.
Hospital sin equipamiento
Mientras todo esto ocurría, la Gobernación del Alto Paraguay construía un hospital sin equipamiento alguno en Puerto Casado. Tal fue la situación que el nosocomio tuvo que terminar de ser equipado con fondos de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY).
El hospital fue inaugurado en junio de este año, con varios meses de retraso, debido a aunque la estructura edilicia ya estaba, faltaban los equipamientos. Lo que no faltó fue el dinero para la construcción de iglesias a pedido de una vicaría que habitualmente defiende, por ejemplo, invasiones de tierras realizadas por personas ligadas a Adorno.