La Navidad de antes llenaba de ilusiones y alegría a la gente

SAN IGNACIO, Misiones. Los preparativos del pesebre de antes y la participación de la familia en ornamentar el lugar donde iba a nacer el niño Jesús son las tradiciones que llenaban a la gente de ilusiones, alegría y esperanza. Utilizaron como adornos, hojas de maíz, ramas de laurel de la que se colgaban flores, chipas, frutas y golosinas. El piso eran de pastos verdes donde se colocaron los animales camellos, vacunos y ovejas.

El rezo ante el pesebre es una antigua costumbre que se quiere recuperar en Misiones.
El rezo ante el pesebre es una antigua costumbre que se quiere recuperar en Misiones.Foto / Gentileza

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La fruta de estación, sandía, melón, piñas y uvas y la flor de coco completaban la ornamentación. En varias localidades de Misiones se lanzaron el concurso tradicional de pesebre “a lo yma”.

Margarita Ortiz quien pasó su infancia en el barrio San Salvador, distrito de San Ignacio recuerda los momentos felices y las experiencias en la Navidad de antes.

Ortíz dijo que los preparativos eran intensos porque un niño Jesús iba a nacer pronto en un pesebre, donde se colocaron las imágenes de María y José, y los reyes magos quienes fueron guiados por la estrella de Belén para llegar hasta el establo, lugar del alumbramiento.

Añadió que ese día 24 de diciembre, víspera de la Navidad visitában los pesebres de los vecinos, una más hermosa que otra, recordó. Pero la dueña de casa siempre tenía la señal para entregar los premios. “Esa costumbre era rezar al niño Jesús un padre nuestro, ave María o un bendito para ganar el pesebre jepo’ o” (arrancar una fruta o golosina del pesebre), rememoró.

“Para nosotros era más que un premio. Pensándolo bien era una bonita manera de hacernos aprender una oración por parte de la madre, abuela o tía”, dijo Margarita Ortíz.

Agregó que así se pasaba cada víspera de Navidad. “Era los mejores momentos de nuestra infancia, porque podíamos ir de casa en casa arrancando ilusiones”, expresó.

Recordó la mesa puesta, a la noche a la espera del nacimiento del niño Jesús, la sopa paraguaya cocinada en el tatakua; el ryguasu ka’e, el asado, chipa guasu y otros manjares típicos. No olvido del clericó aperitivo mezclado de frutas de estación con vino y otra bebida espirituosa de alcohol, pero que no era fuerte, sino mas bien como una forma de alegrar el ambiente.

Con el tiempo las costumbres cambiaron vino el papá Noel, las luces artificiales o otras novedades. Pero me quedo con mis navidades de antaño porque fueron reales las que viví y disfruté en mi niñez y la adolescencia señaló Margarita Ortíz.

Manifestó que la Navidad de antes llenaba de ilusiones a la gente, de esperanza y alegría, porque era una fecha para el encuentro familiar.

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