La Escuela Isaac Cabrera del barrio Acosta Ñu de la ciudad de San Antonio se encuentra en una debacle absoluta. No cuenta con sillas, las paredes con grietas, pisos rotos, los docentes y padres deben hacer colecta para comprar tizas y cartuchos para la impresora, según denunció la Asociación Cooperadora Escolar (Aces).
Los padres responsabilizan a la exdirectora, Mabel Cañete de Domínguez, de la situación. Ella, desde el año pasado es cuestionada por negarse a rendir cuentas por la gratuidad, que aporta el MEC cada año a las instituciones educativas.
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La cuestionada docente recibía casi G. 8 millones cada año, y la institución carece de todo, y los padres exigen detalles del destino que tomó el dinero de la institución. Ante el cuestionamiento, el supervisor, Blas Franco, optó en trasladar a la directora a la supervisión de Ñemby, antes que exigir a rendir cuentas del dinero público.
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“La directora nunca rindió cuentas a la comunidad y desde el año pasado le exigimos que informe sobre el destino que tomó el dinero de los niños, pero siempre nos eludía, alegando que estaba enferma, y cuenta con el apoyo del supervisión de la zona”, expresó la presidenta de la Ace, Vicenta de Paredes.
Agregó, que la comisión accedió a una factura que la directora entregó al Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) como rendición del año pasado, de más de G. 3.600.000, y en la misma indica que se compró materiales y se pagó mano de obra por trabajos de albañilería en la institución, pero que nada se hizo.
Directora reconoce que falsificó factura
La docente reconoció que no se compró ningún material ni tampoco se pagó la mano de obra, y que presentó el recibo solo para justificar el uso del dinero, pero prometió que se realizaría el trabajo en el mes de diciembre pasado, pero hasta la fecha nada se hizo.
“Ya tenía que rendir cuentas sobre el uso del dinero e hice figurar la compra de materiales y la mano de obra, pero no se hizo nada, porque el albañil de la institución tenía mucho trabajo y vamos a hacer en los próximos días”, había expresado la docente, en diciembre pasado. Pero fue trasladada y nada se hizo en la institución, que hoy día se cae a pedazos.
Los padres cuestionaron al supervisor, Blas Franco, de ordenar el traslado sin antes rendir cuentas del uso del dinero público y adelantaron que se manifestarán frente a la supervisión de la zona y de San Lorenzo.
“Al menos, queremos que rinda cuentas por los últimos cuatro años, porque la institución carece de todo, no se tiene sillas, los alumnos, las usan sin pupitres, las mesas rotas, y no tenemos ni tizas en los grados”, expresó Paredes.
Encargado de despacho, pero sin recursos
La supervisión designó al profesor, Nelson Caballero, como encargado de despacho, pero aún no cuenta con la resolución para el efecto, y no puede recibir aportes , por lo que tienen que recurrir a colectas para la compra de tizas y cartuchos para la impresora.
“No tengo aún la resolución del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) como encargado de despacho, y no puedo firmar nada y mucho menos recibir aportes. Tenemos que hacer colectas para comprar algunas cosas, como tizas y cartuchos, queremos reparar sillas, pero no tenemos recursos”, explicó el docente.
Dijo, que varios alumnos no pueden ser matriculados, porque no tienen acceso al Registro Único del Estudiante (RUE), que aún está a nombre de la exdierectora, quien bloqueó el sistema, y por ende muchos estudiantes no pueden recibir el kit escolar.
“No tenemos acceso al RUE, porque la exdirectora bloqueó, y los nuevos alumnos no se pueden matricular. Nos faltan más de 40 kits escolares, es caótica la situación de nuestra institución”, expresó Caballero.
Por su parte el supervisor, Franco, indicó que aún está en trámite el traslado de la exdirectora y que solo una vez finiquitado se podrá procesar la encargatura de despacho, y que por lo tanto no se podrá recibir ningún aporte.
“Mientras no se tenga la resolución de traslado, no se puede procesar el de encargatura de despacho, ya los documentos están en el mec y ya depende de las autoridades para poder solucionar, porque hasta es lo que podemos hacer nosotros”, resaltó Franco.
Los padres recordaron las expresiones del propio ministro de educación, Ricardo Nicolás Zárate, quien el primer día de clases instó a denunciar los supuestos hechos de corrupción, y el mal uso de los recursos públicos, pero califican como mero discurso, porque hasta la fecha las denuncias no tienen respuesta.