“Lo que están haciendo es un asesinato y violación de los derechos humanos”, señaló esta mañana Mónica Castañé, quien permanece encadenada frente al Poder Judicial desde hace ya 51 días pidiendo que la Sala Constitucional de la Corte se pronuncie sobre una acción de inconstitucionalidad planteada por la defensa de su hija Belén Whittingslow, quien permanece exiliada en el Uruguay tras haberse pedido su captura.
La defensa de Whittingslow asegura que la inclusión de su defendida en la causa conocida como “compranotas” de la Universidad Católica se dio solamente como acto de venganza por la denuncia realizada por Whittingslow en contra de Cristian Kriskovich por supuesto acoso sexual.
En ese sentido, la madre de Whittingslow lamentó el hecho de que el flamante ministro Gustavo Santander se haya inhibido de conformar la Sala Constitucional, lo que esperan desde hace 4 años para resolver su acción. “Me impresionó que Santander se haya inhibido, hace 4 años que están demorando el formar esta Sala Constitucional. Acá están produciendo un caos jurídico”, lamentó.
“¿Qué pasa con este caso, por qué no están teniendo una justicia efectiva, rápida? Me llama tremendamente la atención. ¿Qué favores están pidiendo? El único que no se inhibió de la causa y que quiere hacer bien las cosas es el doctor Víctor Ríos, ¿y los otros qué pasa? ¿Qué les quema en la mano en este caso que no tienen las agallas de resolver?”, cuestionó.
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Violación de derechos humanos
La madre de Whittingslow catalogó el cajoneo de la causa como una evidente violación de los derechos humanos. “De mi hija, Belén que está en condiciones delicadas de salud, de mi mamá con 97 años y de mí, que están violando absolutamente todos nuestros derechos” señaló.
Castañé señaló que “ya tienen que conformar la Sala Constitucional porque ahora los que tienen la sartén por el mango son única y exclusivamente los ministros de Corte. Si ellos tienen la voluntad y la decencia de respetar la justicia, y sobre todo las leyes y que no les tiemble la balanza de Astrea, hoy pueden formar la sala constitucional y ya pueden dar una respuesta a esta acción de inconstitucionalidad”, dijo.
Destacó que lo que pide “no es un capricho”, sino justicia. Recordó además que “hay una auditoría del órgano principal dependiente de la Corte que asevera y demuestra que la captura de Belén es antijurídica e ilegal”.
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Presión de la Iglesia paraguaya
Sobre el papel de la Iglesia, aseguró que hay presión de esta institución, recordando que la mayoría de los ministros son profesores de la Universidad Católica, por lo que no podrían actuar con total independencia.
”Son una gavilla que se abroquela para que no se descubra la pedofilia, el acoso sexual, todo ese tipo de cosas. En síntesis, son empleados de la UCA”, aseveró, recordando que antes que nada “son empleados nuestros porque nosotros como ciudadanos les pagamos sus sueldos con nuestros impuestos”.
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