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Desde hace 70 años, la familia Sabaté, de la ciudad de Luque, comparte con la gente su pesebre hidráulico, que cada año va creciendo con la incorporación de nuevos “personajes” que se mueven con el agua.
El trabajo en sí lleva al menos un mes, antes del montaje de las piezas principales, ya que se comienza por el acondicionamiento de las plantas naturales, la preparación de los tanques de agua, la bomba y la parte eléctrica.
“Esta semana ya comenzamos con el montaje de las piezas, de los juguetes que tienen movilidad”, explicó Esteban Sabaté (h), cuyo padre es el precursor del pesebre hidráulico.
Este particular “Belén”, como se lo conoce en otros países, cuenta con más de 100 piezas y cada año se le agrega una con movilidad.
La pieza que será agregada este 2023 aún es un misterio que será develado el próximo lunes; sin embargo, se puede adelantar que se trata de algo relacionado a la ciudad.
En total trabajan cinco personas para poner a punto el pesebre, con la ayuda de los hijos y nietos de Esteban Sabaté, quien está a cargo desde 1985 como sucesor de su padre.
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El pesebre hidráulico también estuvo en marcha en plena pandemia, con una pieza muy especial: la de la enfermera, representando a los trabajadores de salud, que realizaron una gran labor.
Visita sin costo
La habilitación al público en general se hará el próximo viernes 22 de diciembre y se extenderá hasta el sábado 30.
El horario de visita será de 18:30 a 23:00, con horario especial el día de Navidad (25 de diciembre), de 11:00 a 23:00.
Cada año, muchas familias tienen como tradición salir a recorrer pesebres, entre ellos el de la familia Sabaté en Luque.