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La funcionaria comentó a nuestro diario que desde 2017 soportó las miradas lascivas, comentarios sexuales y mensajes atrevidos que recibía en WhatsApp. “'Para qué te voy a mirar la cara si es mucho mejor mirar tu trasero', me decía cuando le reclamaba el por qué no me miraba a la cara al hablar”, refirió Ávalos.
Según aseguró, evitaba ir a la oficina de su jefe para exponer las situaciones o los problemas de los clientes por este hecho. Recurría a terceras personas para evitar cualquier contacto con él.
Contó que pidió su traslado a Recursos Humanos y expuso el motivo de su solicitud. Si bien la trasladaron a otra regional, la citada dependencia ni siquiera abrió una investigación y mucho menos tomó medidas contra el hombre denunciado. Como su denuncia no tuvo eco pidió ayuda al sindicato y denunció el hecho ante el Ministerio Público. Zárate siempre alardeó de sus buenos contactos con los superiores de la compañía mediante la política, según Ávalos.
ABC Color contactó con Zárate y este aseguró que la denuncia es absolutamente falsa. “Jamás haría tal cosa, de ninguna manera, y ya la justicia lo comprobará. Eso está en pleno proceso de investigación y yo a disposición plena, no tengo nada que esconder. Juro por mi hija autista que jamás le falté el respeto a ninguna mujer, y menos con un solo riñón desde hace 2 años. Desde hace 11 años que hago rol de papá y mamá y la justicia probará mi inocencia. No hay pruebas de que haya pasado. Tengo testigos. Te reitero que no es verdad y me estoy reservando el derecho de contra demandar al término del juicio por denuncia falsa”, expresó.
Añadió que se reserva el derecho de accionar contra la denunciante por daños a su imagen e "intachable carrera" en la compañía desde hace 37 años. Negó que tenga padrinos políticos, "solo es Dios todopoderoso, mis 2 hijas y mi hijo. “La presunción de inocencia es absoluta sin concluir la investigación, es absolutamente un derecho constitucional, porque los papeles aguantan todo los escritos pero hay que demostrar y probar esos dichos”, concluyó.