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La reparación podría tardar, ya que el motor será enviado a la capital para el trabajo de rectificación. Lamentablemente, la interrupción se da en coincidencia con los días de mayor demanda del servicio por la llegada del Papa Francisco a nuestro país.
Uno de los puntos que inicialmente iban a ser utilizados por los fieles de la Argentina era la conexión Puerto Cano-Pilar, pero los desperfectos en la balsa cortaron el cruce justamente en coincidencia con la visita papal.
Muchos automovilistas que no se habían enterado del percance debieron retornar tras recorrer largos kilómetros y recibir “in situ” la ingrata novedad.
La balsa Villa Florida, que está a cargo de la Gobernación de Ñeembucú y actualmente es explotada por una empresa brasileña, es una embarcación muy antigua, que requiere importantes trabajos de restauración o su reemplazo por una nueva balsa para garantizar un servicio de calidad.
El servicio había sido inaugurado por los presidentes de la Argentina, Carlos Menem, y del Paraguay, Andrés Rodríguez, en el año 1991, y funcionó regularmente por varios años, hasta que empezaron a verificarse problemas en el motor de la nave.