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La patrullera de la comisaría de la compañía Lima del distrito de 3 de Mayo está en un taller mecánico de la ciudad de San Juan Nepomuceno, con el motor descompuesto hace siete meses. Se necesitan más de G. 10 millones para su reparación.
Mientras, la tarjeta para cargarle combustible está a cargo del suboficial Silvio Paredes, jefe de gabinete de la Dirección de la Policía departamental. El monto mensual es de G. 1.500.000, y el mencionado suboficial lo utiliza para su provecho personal, según una fuente bien identificada.
El vale está siendo utilizado por Paredes en forma irregular, y este no sería el único caso en el departamento, señaló la fuente.
La patrullera es una camioneta Isuzu doble cabina con chapa EAH 195, y fue traída hasta el taller de San Juan Nepomuceno por el suboficial Osvaldo Portillo, entonces jefe de la comisaría de Lima.
El motor se encuentra desarmado y se está oxidando en la carrocería del rodado. El encargado del taller, Arnaldo Ortigoza, confirmó que hace siete meses fue traída la camioneta por el suboficial Portillo (quien ya fue trasladado de Lima). El mecánico pide que la camioneta sea retirada en la brevedad posible.
Entre tanto, el suboficial Silvio Paredes, al ser consultado sobre el tema, negó la acusación. Dijo en su defensa que los jefes de comisarías se quedan con la tarjeta por más que el vehículo esté descompuesto.
"El combustible que corresponde a la patrullera que está en el taller de San Juan Nepomuceno es utilizado para la moto de la comisaría en cuestión”, sostuvo.
Tratamos de conversar, igualmente, con el actual titular de la comisaría de Lima, Alíder González, pero el teléfono celular que nos proporcionaron se encontraba apagado.