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La laguna retrocedió unos 11 metros de la orilla en las últimas semanas. Cientos de peces mueren por el drástico descenso del nivel del agua, de acuerdo a Sandra Smith, una de las activistas para la recuperación de la laguna, informó la periodista Antonella Brignardello, de ABC Color.
Unos 35 yacarés, entre adultos y crías, se encuentran también en peligro de muerte por la bajada del agua.
Smith lidera un grupo que se llama “Salvemos a la laguna de Itá”. Los bomberos de la zona derraman agua en la laguna para tratar de paliar la situación.
También una manguera lleva el líquido de un pozo artesiano del Servicio Nacional de Promoción Profesional, que se encuentra en la zona.
Además, se detectó que la laguna está contaminada con restos fecales de las cloacas arrastradas por los raudales.