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Globos, gritos, risas, alegría. Ese es el ambiente que se vive en el parque Imperial, un clásico de la Expo de Mariano Roque Alonso. El clima cómplice propició a que la gente se volcara en masa a sus atracciones.
Entre los juegos para adultos, no puede faltar el desafiante “Kamikaze”, una de las atracciones más solicitadas y que prácticamente no deja asientos disponibles en cada vuelta.
Otro de los favoritos es el “evolution”, un juego que pone a prueba el vértigo y la resistencia a los vertiginosos giros.
Una larga fila delata a uno de los atractivos más novedosos del parque. La tirolesa, que está montada en dos torres de hierro. Cascos ajustados, arnés de seguridad en su sitio y a volar.
También hay atracciones para los que prefieren algo más tranquilo pero desafiante. El “tren fantasma” garantiza un recorrido desafiante para los nervios. Estén listos para recibir unos buenos sustos durante el recorrido.
Los niños también tienen su espacio asegurado en el parque, con juegos especialmente diseñados para mantenerlos entretenidos y seguros. Montaña rusa, autos chocadores, carruseles clásicos, con caballos, y los más modernos, con autos y helicópteros.
Mezclada entre las atracciones también se puede encontrar la feria, donde decenas de feriantes ofrecen juguetes, golosinas, accesorios, minijuegos con atractivos premios y más.
El precio de los boletos es de G. 15.000 para los juegos de adultos y G. 10.000 para niños. Los acompañantes también pagan.