A poco más de tres meses del secuestro del ganadero concepcionero, el grupo criminal se habría comunicado con su familia en las últimas horas. Los Urbieta prefieren mantener en reserva el contenido de los escritos, puesto que el propio EPP exige unas restricciones. Así lo comunicó Julio Silva, yerno del ganadero, en contacto con ABC Cardinal.
No obstante, Silva reveló que existen dudas en la familia debido a que en ambas cartas se observan “detalles diferentes”, que serían distintos montos en concepto de pago de rescate. Por ello temen que se trate de inescrupulosos que intentan sacar una tajada de la situación, y esto, a su vez, implique un riesgo para la vida del secuestrado.
La familia recibió dos cartas, una es del EPP y contiene un pedido de rescate con un monto determinado. La otra carta también lleva la firma del EPP, pero con un pedido distinto al primero. Por ello, la familia pide una nueva comunicación del grupo criminal a fin de despejar las dudas, ya que en varias ocasiones han reiterado que están en condiciones de pagar y, de esa manera, recuperar la libertad de Félix.
El tío del actual gobernador del departamento de Concepción fue secuestrado el 12 de octubre de su establecimiento de nombre San Francisco, ubicado a unos 15 kilómetros del casco urbano de la ciudad de Horqueta.
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Días después del secuestro la familia recibe una prueba de vida y la exigencia de pago de US$ 500.000. El pasado 16 de enero, la familia pidió a los secuestradores una nueva prueba de vida y aseguró que ya tenía listo el dinero y todo lo necesario para cumplir con las exigencias de los captores.
No es la primera ocasión en que se menciona a personas inescrupulosas interesadas en sacar una tajada económica de los secuestros en el norte. La familia Fehr fue víctima de una cruel jugarreta por parte de un grupo de personas que fingieron ser negociadores para la liberación de Abrahán, otros de los secuestrados por el grupo criminal.
La banda compuesta por un médico naturista de Tacuatí y una odontóloga militar, quienes cobraron sumas de entre G 2.000.000 hasta G 2.500.000, aprovechándose de la sensibilidad de la familia menonita.
Incluso, los Fehr llegaron a pagar reparación de camionetas, para que los extorsionadores les llevaran a recorrer la zona boscosa donde, según ellos, se encontraba Abraham. Incluso, para hacer aún más creíble su mentira, obligaron a un menonita a escribir una esquela, para hacerles creer que era la letra de Abraham Fehr.
