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El líder indígena de la etnia Mbya Guaraní, Narciso Fernández, ocupaba con su grupo un predio en las inmediaciones de la sede de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), en la ciudad de Luque. La jueza Fernanda García de Zúñiga condenó al mismo a cinco años de pena privativa de libertad, después de que este aceptara los hechos que se le atribuían en procedimiento abreviado.
A través de numerosas pruebas, la representante del Ministerio Público demostró que el joven indígena ofreció los servicios sexuales de tres menores indígenas adolescentes de entre 14 y 13 años de edad, por la suma de G. 100 mil, a un agente encubierto del departamento Antitrata y Delitos Conexos de la Policía Nacional.
En un procedimiento llevado a cabo el 30 de septiembre de 2014, durante un operativo interinstitucional, fueron rescatados unos 70 niños que fueron asistidos en distintos hogares. La agente fiscal a cargo fue Nathalia Acevedo, a cargo de la Unidad Especializada Nº 3 en la Lucha Contra la Trata de Personas y Explotación Sexual en Niños/as y Adolescentes.
La denuncia fue realizada por el abogado Horacio Codas, director General de la Asesoría de la Secretaría Nacional de la Niñez y Adolescente, quién declaró que tuvo conocimiento del hecho por un informe de la Dirección de Promoción del Buen Vivir de los Pueblos Originarios.