“No sabía lo que hacía”

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El suboficial Ramón Bernal, quien asesinó a un joven en Coronel Oviedo, actuó bajo los efectos del alcohol y “no sabía lo que hacía”, según comentó el político Guido Romero, amigo de la familia del uniformado.

El político colorado se refirió a las circunstancias en que el suboficial acusado de asesinato a sangre fría decidió entregarse a las autoridades.

Ramón Bernal Gamarra se encontraba prófugo desde el 26 de setiembre pasado, día en que mató al joven Atilio Recalde Filártiga, de 21 años de edad, tras una discusión en una bodega de Coronel Oviedo.

En conversación con la 780 AM, Guido Romero aclaró en todo momento que el uniformado no fue detenido, sino que se entregó.

Reconoció que el suboficial intentó fugarse, pero finalmente lo convenció de ponerse a disposición de la Justicia.

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Sobre el motivo que llevó a Bernal a matar a un joven, el político señaló que fue “por efectos del alcohol”.

“Dijo que la bebida le hizo perder el sentido. Estaban en una discusión que subió de tono”, refirió.

El político, al tratar de justificar el crimen cometido por el suboficial Bernal, alegó que la discusión subió de tono y por eso mató a Atilio Recalde.

Sin embargo, en el vídeo se ve claramente que el policía era el único que estaba nervioso y extrajo su arma en forma amenazante.

Es más, en ningún momento Atilio Recalde le dirigió la palabra al suboficial y éste le disparó a la cabeza sin razón alguna. Las imágenes que se ven en la filmación desvirtúan la versión dada por Guido Romero.

Aseguró que el agente homicida está arrepentido y que “el peor verdugo es su conciencia”.

“No fue por odio ni nada, fue por el alcohol. Ni siquiera le conocía al joven. No sabía lo que hacía, dijo”, comentó.

Al intentar justificar el hecho, el dirigente señaló que “a cualquiera le puede pasar”.

“Ojalá los periodistas y los policías sepan que le puede pasar a cualquiera. Cualquiera puede ser asesino o puede ser asesinado”, sostuvo.

Posteriormente, comparó el caso del “gatillo fácil” con el incendio del supermercado Ycuá Bolaños, donde hubo más de 400 muertos.

“No sé quién es más asesino: el que cerró las puertas de Ycuá o un simple policía que -borracho- cometió un error”, manifestó.