/arc-anglerfish-arc2-prod-abccolor.s3.amazonaws.com/public/2TJDVQJR2BF6HLSUSGSWXMHGJU.jpg)
Cargando...
La masacre se produjo durante un tiroteo originado cuando varios centenares de policías acudieron a desalojar una finca ocupada por campesinos que reclamaban que la tierra formara parte de la reforma agraria.
De los 13 campesinos acusados por estos hechos, 11 enfrentan los cargos de homicidio doloso en grado de tentativa por la muerte de los seis policías, además de los de asociación criminal e invasión de inmueble ajeno, mientras que no hay imputados por la muerte de los 11 labriegos. Todos serán examinados por un equipo compuesto por cinco psicólogas y una psiquiatra y las entrevistas se prolongarán por espacio de cerca de un mes, en paralelo al desarrollo del juicio a los acusados que se inició el pasado mes de julio en Asunción.
El examen se desarrollará en lengua guaraní, el idioma materno de los acusados y predominante en las áreas rurales de Paraguay, con asistencia de intérpretes y la supervisión de los abogados defensores y los fiscales. El examen psicológico y psiquiátrico es un procedimiento habitual en estos casos, pero los acusados aún no habían sido sometidos a este tipo de prueba en el período de investigación ni en ningún otro momento del proceso, según dijo a Efe el abogado defensor Pablo Aguayo.
Solo tres de los acusados, Juan Carlos Tillería, Lucía Agüero y Rubén Villalba, fueron reconocidos por psicólogos después de la huelga de hambre que protagonizaron en 2012, mientras cumplían una pena de prisión preventiva, precisó Aguayo. El juicio prosiguió este viernes en Asunción con la declaración como testigo de la bioquímica Miriam Fernández, encargada de realizar pruebas periciales tras la masacre.
Uno de los objetos presentados como pruebas fue una botella de vidrio que contenía un fragmento de tela y un líquido inflamable, y que suscitó una fuerte discusión entre la defensa y la testigo acerca de si se trataba de una lámpara portátil de campamento, o un explosivo conocido como cóctel molotov. La testigo estuvo encargada además del análisis químico de rastros de materiales como plomo o nitritos sobre los cadáveres de los campesinos y algunos elementos como chalecos o escudos empleados por los policías.
El juicio por la masacre de Curuguaty continuará el martes en Asunción. La matanza sirvió de base al entonces opositor y hoy gobernante Partido Colorado para impulsar un juicio político contra el presidente Fernando Lugo, que fue destituido una semana más tarde en un procedimiento calificado de irregular por organismos internacionales como Unasur.