Sapos viven en la pileta pública de Areguá

El nulo interés de la Comuna aregüeña se refleja en el estado de abandono que durante todo el año presentó la concurrida playa municipal de este distrito. La pileta que se encuentra en el lugar está llena de batracios, basura, larvas y agua contaminada.

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La Comuna local, administrada por el cartista Humberto Denis Torres, es la responsable del cuidado y mantenimiento de la playa que se encuentra a orillas del lago Ypacaraí. Sin embargo, la desidia de las autoridades de turno se refleja en el estado de abandono del sitio, que es considerado como uno de los "principales atractivos turísticos de la ciudad".

Miniquinchos caídos, precarios botes, malezas, basuras, puestos de venta permanente de alimentos en mal estado y una pileta llena de agua contaminada, deshechos, sapos y ranas, además de larvas de mosquitos, pintan el triste panorama que da "la bienvenida" a los visitantes de la Playa Municipal de Areguá todos los días.

Para ingresar al sitio se debe abonar la suma de G. 5.000 por persona y por vehículo, G. 10.000. Los fines de semanas son los días más concurridos para la práctica de deportes, sesiones de fotografías o para un simple paseo.

La Dirección del Ambiente de la Comuna es el área encargada del cuidado y mantenimiento de la ribera, pero los pobladores de la zona y turistas que acuden al lugar criticaron la falta de interés para hermosear la playa.

Vendedores de artesanías, plantas y comestibles que se encuentran dentro del predio, que prefirieron guardar sus identidades por temor a represalias, señalaron que últimamente bajaron las ventas y presumen que se debe a las malas condiciones del sitio. "Perdió su verdadero atractivo turístico", dijeron.

En enero de este año, al inicio de la construcción de la Costanera de 1.000 metros que se realizó en Areguá, la entonces Secretaría del Ambiente (Seam) abrió un sumario administrativo contra la Municipalidad local, por una infracción ambiental.

La obra, que costó G. 3.000 millones, no tenía estudio de impacto ambiental. A pesar de la grave falta, los trabajos culminaron, pero hoy la Costanera está totalmente descuidada. Actualmente, varias organizaciones civiles se encuentran trabajando para la recuperación de los atractivos turísticos de la ciudad. Los representantes lamentan la desidia de las instituciones involucradas.

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