Tabaco, un sicario impune

Este año, la OMS resalta el hecho de que el tabaco genera las dos principales causas de muerte a nivel mundial: las enfermedades respiratorias y las cardiovasculares; sin embargo, aquí se lo sigue protegiendo desde el Gobierno.

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Es lo que dicen los informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS); ellos estiman aproximadamente 7 millones de muertes por el cigarrillo. El problema es que, de los 7 millones que fallecen, 6 millones son fumadores activos y cerca de un millón son fumadores pasivos, que prácticamente están en el ambiente del fumador y adquieren esa enfermedad”, indicó el Prof. Dr. Floriano Calderoli, jefe de la Cátedra y Servicio de Neumología del Hospital de Clínicas.

Este año, la OMS enfoca su campaña en que el tabaco no solo genera Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y diversos tipos de cáncer, entre ellos principalmente de pulmón, sino también problemas mortales como los problemas cardiovasculares como infartos y accidentes cardiovasculares (ACV).

“Existen números que no dejan dudas al respecto, sobre todo el impacto a nivel de nuestro país. Hemos dicho que hay 9 muertes al día, aproximadamente un 12% de las muertes. Unas 30.000 muertes al año hay en Paraguay y, de esas, 3.300 tienen que ver específicamente con causas directas o indirectas vinculadas al tabaco”, indicó por su parte el Dr. Julio Mazzoleni, futuro titular del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS) del gobierno de Mario Abdo Benítez.

El futuro ministro dice ser más consciente de que esta seria problemática no solo afecta a los pacientes, sino al propio Estado. Así como se estima que los fumadores en Paraguay tienen una expectativa de vida menor, restándose entre 6 y 5,5 años por el hecho de inhalar el humo de cigarrillo, el Estado también queda asfixiado con los gastos que los tratamientos generan.

“El peso que tiene sobre sistema de salud, el costo de calidad de vida y de productividad de las personas. Se estima que unos US$ 280.000.000 al año cuestan a Salud” los problemas vinculados al tabaco, expresó el futuro ministro.

Si se toman justamente los últimos datos del Ministerio de Salud (2015), estimaron que los gastos del Estado para tratar las enfermedades cardíacas, las EPOC, el tabaquismo pasivo, los ACV, los cánceres en vías aéreas superiores o pulmón es de US$ 270.468.641.

En contrapartida, lo que se recaudó de Tabacalera del Este y la segunda tabacalera en el ránking de “mayores aportantes del fisco en 2016” es de apenas US$ 57.649.655. Es decir, la industria tabacalera no fue capaz de cubrir US$ 212.818.986 de los gastos que generó a Salud.

“Es importante destacar que documentos de la Naciones Unidas en experiencias en varios países han demostrado que, cuanto más alto es el impuesto al tabaco, eso genera una disminución en el consumo”, afirma Mazzoleni, que se muestra a favor del aumento del impuesto al tabaco como medida para reducir sus nocivos efectos de este vicio.

De hecho, esa relación mayor costo-menor consumo no es una fórmula desconocida para este Gobierno; sin embargo, es ignorada debido a que es conocido que uno de los principales ingresos del grupo empresarial del presidente Horacio Cartes provienen de Tabacalera del Este S.A. (Tabesa).

Si bien durante este gobierno se aumentó el impuesto al tabaco, fijandolo entre un 16% y un 20%, el Gobierno dispuso aplicar siempre la tasa más baja. Actualmente, está en discusión un nuevo aumento del impuesto, pero en Diputados se encargaron de vuelta de aprobar los menores porcentajes.

La versión de Diputados establece nuevas tasas entre el 18% y el 22%, aún lejos de los porcentajes recomendados por la OMS (75%) y los aplicados en la región. Está en manos del Senado intentar mantener las tasas que ellos plantearon inicialmente, que es entre un 30 y 40%.

Detrás de todo esto está otra medida que Paraguay suscribió como parte del Protocolo para la eliminación del comercio ilícito de productos de tabaco, que es luchar contra el contrabando de cigarrillo.

Actualmente, está en estudio en el Congreso un proyecto de Ley de Trazabilidad, que busca obligar a las empresas tabacaleras a establecer un mecanismo de seguimiento de sus productos, algo que el presidente Horacio Cartes busca frenar a toda costa.

Con el argumento de que es “inviable” (pese a que desde 2007 lo aplica Brasil, entre otros tantos países a nivel mundial), busca evitar la creación de esta ley. El motivo que estaría detrás es que Tabesa figura entre los principales presuntos contrabandistas a nivel mundial.

Se estiman (según datos de 2016) que Tabesa destina 62.000 millones de unidades de cigarrillo al mercado ilegal internacional, solamente superado por las empresas tabacaleras de Corea de Sur y Emiratos Árabes Unidos.

Si bien las EPOC, que consiste en la pérdida de capacidad de la personas de respirar por sí mismas debido al deterioro de lo pulmones, es la principal causa de muerte relacionada al tabaco, le siguen las enfermedades cardíacas, el cáncer de pulmón y otros tipos y los accidentes cardiovasculares.

El Dr. Calderoli comenta que en sus más de 25 años de experiencia en el consultorio de Neumología del Hospital Central de IPS, “he visto más de 105.000 pacientes en ese lapsus de tiempo y en un 80% era por EPOC. Venía luego el cáncer de pulmón, bronquitis crónicas y muchas veces las crisis de asma bronquial”, comenta.

El cigarrillo “produce la obstrucción de la arteria y la arteriola, esto afecta la parte cardiovascular que hace que aumente la presión arterial”, pudiendo generar un paro cardiaco o un derrame, explica el médico de Clínicas sobre porqué el tabaco no solo afecta los pulmones.

Es que según comenta, en los pulmones tenemos dos grandes arterias, que al igual que el corazón pueden sufrir las mismas consecuencias que el corazón por hipertensión, esto sin dejar de mencionar que el cuerpo de un fumador hace un esfuerzo mucho mayor para tratar de cumplir con la exigencia de oxígeno de su cuerpo.

Los “vapeadores” o cigarrillos electrónicos no pueden aún asumirse como la “panacea” para los problema que genera el tabaco, de hecho son tomados con precaución por la comunidad médica internacional.

La parte del cigarrillo electrónico está muy de moda, si embargo ya en algunos países han prohibido el uso de los mismos, por el hecho de que todavía no tenemos estudios ni evidencias científicas que nos puedan asegurar que se pueda consumir para evitar que el fumador activo fume menos y esté menos expuesto al humo o la nicotina”, explica Calderoli.

“La nicotina sabemos que son sustancias psicoactivas, son alcaloides que producen en dosis mínimas, la sensación dentro del sistema de tranquilidad, entonces busca esa sensación. El problema es que dura pocos segundos, entonces uno busca contacto más permanente y no habiendo una estandarización de la sustancia a utilizar, se puede usar de forma desmedida y a veces puede ser más nocivo que el propio cigarrillo, ese nomás es el temor, por eso es que seguimos esperando estudios científicos”, remarcó.

“Lo que se teme que es la sustancia (usada en los cigarrillos electrónicos) produzca más daños que beneficios, porque no existe una estandarización. Por ejemplo no existe donde te digan estos productores vamos a usar equipos, con ciertas características y productos que no puedan dañar a la persona que lo utiliza”, sobre la necesidad de fijar dosis y regulaciones específicas.

Además, la nicotina es una sustancia más adictiva que la cocaína, incluso casi tanto como los opioides, que encabezan las drogas más adictivas. Otro temor que existe es que los "vapeadores" al estar tan de moda sobre todo en los jóvenes, sirvan más bien como una puerta de entrada al vicio del tabaco que como una manera de reducir progresivamente el consumo. 

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