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“Ese va a ser un negociado jefe y va ser otra vez un gran problema sin solución”, dijo Ricardo Núñez, presidente de la Opaci e intendente de Villa Hayes, al referirse al control de las chapas definitivas para todo tipo de vehículos, que se va a exigir desde el 1 de enero.
Hasta ahora quedan unos 250.000 vehículos y más de 800.000 motocicletas en situación irregular. Los controles debieron comenzar en septiembre de este año, pero el Poder Ejecutivo extendió por única vez el plazo hasta el 31 de diciembre; pese a ello no se llegará a regularizar todo el parque automotor.
Según Núñez, existen dos grandes factores causantes de esta situación: “La ciudadanía apática e irresponsable que a pesar del plazo en su mayoría no ha tratado de regularizar su situación o deja todo el trámite para último momento, y por otro lado el Estado y el Registro Único del Automotor, porque no tienen la capacidad física para hacer los controles”.
Dijo que en el departamento Central se concentra alrededor del 60 por ciento del parque automotor y sin embargo hay pocas plantas verificadoras. Dijo que la incapacidad del RUA y la burocracia hace que haya personas que tramitan durante varios meses su chapa, desalentando de esa manera la regularización de los vehículos.