Ana Soledad Alvarenga Núñez cursa el cuarto año de la carrera de Educación Artística en el Instituto Superior de Educación Dr. Raúl Peña.
Vive en Villa Elisa y hace tres años aborda los colectivos para ofrecer esta golosina. “Esos G. 500 o G. 1.000 que ustedes me dan van a tener como recompensa en diciembre, el día que defienda mi tesis”, explica la joven a los pasajeros.
En marzo del año 2017 su historia fue publicada en varios medios de comunicación impresos, digitales y hasta en canales de televisión. Eso le ayudó a comercializar muchos más chupetines.
El éxito que comenzó a tener con esta labor llamó la atención de los demás vendedores ambulantes, que empezaron a envidiarla y a amenazarla con que “algo” (malo) le ocurriría si volvía a la zona de los Mercados 4 y de San Lorenzo.
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En esa zona también hay muchos otros vendedores ambulantes, que no estaban nada “contentos” con su presencia. “No les hice caso, y un sábado que trabajé un día entero me 'apretaron' entre dos y me quitaron la cartera en que estaba todo el dinero recaudado ese día, que fue el más exitoso”, lamentó.
Temerosa del amedrentamiento, Ana dejó esos sitios, y ahora trabaja solamente cerca de su vivienda, ubicada en la zona del Acceso Sur. “Ahora voy más los sábados y hasta el mediodía los domingos, para poder solventar mis gastos hasta que pueda terminar mi carrera”, dijo.
Finalmente, instó al próximo presidente de la República a “trabajar mucho más” para poder ofrecer más oportunidades a los jóvenes compatriotas.
