Paraguay está viviendo una fase de maduración en la industria de los shoppings, donde ya no se trata solo de sumar metros o locales, sino de reforzar el modelo de negocio con renovaciones, mejoras de mix comercial y una agenda de servicios cada vez más amplia. El fenómeno tiene su vitrina principal en Asunción —donde los centros líderes empujan el estándar—, pero también se expresa con fuerza en el área metropolitana y en ciudades fronterizas como Ciudad del Este o Encarnación, donde el shopping cumple un rol de centralidad urbana: concentra marcas, ordena la oferta y se convierte en punto de encuentro.
En ese proceso, el concepto de centro comercial deja de funcionar como “galería de tiendas” y pasa a operar como hub de consumo y experiencia, integrando gastronomía, entretenimiento, activaciones y propuestas orientadas a distintas franjas de público. Según proyecciones de la Cámara de Centros Comerciales del Paraguay (CCCPy), la industria atraviesa uno de sus ciclos de inversión más relevantes, con más de 910.000 m² de áreas proyectadas y una cartera de desarrollos y ampliaciones que supera los US$ 300 millones.

Tres líderes como referencia del modelo
En Asunción, el estándar del negocio se define desde un “triángulo” que concentra escala, inversión continua y capacidad de atraer marcas y servicios: Shopping Mariscal, delSol Shopping y Paseo La Galería. Operan como referencias porque combinan superficie, mix comercial y una lógica de uso mixto (compras + gastronomía + entretenimiento + componentes corporativos) que termina empujando el estándar del resto del sistema.
Los números ayudan a dimensionar esa condición de “punta de lanza”. delSol reporta 89.000 m² construidos, ABL (Área Bruta Locativa) comercial cerca de 40.000 m², más de 200 locales y 1.600 plazas de estacionamiento, además de otras iniciativas en camino, un edificio corporativo y centro de convenciones. De aquí en adelante, proyectan una ampliación a 99.720 m², con 35.620 m² para comercios.
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En el caso de Mariscal, tras su primera expansión hace algunos años, superó los 21.000 m² de ABL comercial y más de 150 locales, con más de 1.000 espacios de estacionamientos reforzando el formato de shopping integrado a la dinámica urbana. La iniciativa de Central Mariscal apunta a 45.000 m² totales, con más de 2.530 m² comerciales.
Paseo La Galería, por su parte, representa un gran exponente del uso mixto: un promedio 300.000 m² de área construida total, 3.000 estacionamientos y torres corporativas con unas 60 empresas y más de 3.000 colaboradores.
Además de estos tres líderes, existe un nuevo jugador que se sumó a la cancha: Distrito Perseverancia, que cuenta con uno de los proyectos más ambiciosos hasta el momento, con más de 245.000 m² y más de 34.000 m² comerciales, un parque elevado y diseño disruptivo.
Otros shoppings y la expansión territorial del sector
Fuera del eje central de Asunción, el modelo de shopping se expande y se adapta a realidades territoriales distintas, cumpliendo una función económica y urbana específica. En el área metropolitana, estos centros comerciales operan como anclas de consumo cotidiano, integrando supermercados, farmacias, servicios personales, gastronomía y entretenimiento en un solo espacio, con foco en frecuencia de visita y cercanía, más que en tráfico ocasional.
En ciudades como Mariano Roque Alonso o Limpio, el centro comercial se consolida como núcleo urbano, acompañando el crecimiento inmobiliario y la expansión poblacional. Allí, el negocio prioriza mix funcional, accesibilidad y servicios esenciales, sosteniendo un flujo constante de consumidores locales y formalizando gran parte del comercio de la zona.
En las ciudades de frontera, la dinámica se amplía. El shopping cumple un doble rol: ordenar el consumo interno y capturar demanda regional, asociada al turismo de compras y a la circulación transfronteriza. Esto exige una gestión más fina del mix comercial, de horarios y de promociones, pero responde a la misma lógica estructural, que es la centralidad, previsibilidad y bancarización del consumo.

Espacios familiares y corporativos: el modo experiencia
El centro comercial dejó de ser un destino puntual de compra para convertirse en un espacio de permanencia, donde conviven consumo, ocio, servicios y agenda social. Este giro responde a un consumidor que planifica mejor su tiempo y valora la posibilidad de resolver múltiples necesidades en un solo lugar.
Desde la gestión comercial, el foco está puesto en extender la estadía y diversificar los motivos de visita. “Hoy el shopping ya no es solamente un lugar para ir a comprar y ya está; es mucho más una experiencia, donde el cliente pasa más tiempo y conecta distintas actividades”, explica Ricardo Gauto, gerente de Marketing y Comercial de Penta SA, firma que agrupa varios de los principales centros comerciales del país, como Mariscal, Mariano o Plaza Norte.
Ese enfoque se replica tanto en shoppings consolidados como en centros del área metropolitana. Activaciones familiares, propuestas gastronómicas, eventos estacionales y servicios cotidianos conviven con una agenda pensada para distintos públicos. En el caso de centros como Shopping Mariano o Plaza Norte, el énfasis está en la frecuencia y en el vínculo con la comunidad local. “La clave es encontrar el equilibrio entre experiencia, promoción y servicios para que la gente venga y encuentre todo lo que necesita”, resume Gauto.
La alianza financiera detrás del consumo
Detrás del dinamismo que muestran los centros comerciales hay un actor que opera de manera menos visible, pero decisiva: la banca. Las entidades financieras se consolidaron como socio estratégico del comercio, a través de un esquema cada vez más sofisticado de cuotas, descuentos y reintegros que inciden directamente en la decisión de compra y en el volumen de consumo.
En la práctica, el sistema funciona como una palanca anticíclica. En un contexto de ingresos ajustados y consumidores más racionales, las promociones bancarias permiten adelantar compras, aumentar el ticket promedio o sostener la frecuencia, especialmente en rubros como indumentaria, tecnología, electrodomésticos y gastronomía.
Desde la gestión de los centros comerciales, esta dinámica es clave. “El consumo hoy está muy apalancado por las promociones bancarias; hay una puja fuerte entre los bancos por ofrecer mejores beneficios y eso termina favoreciendo al shopping como hub de consumo”, señala Gauto, al describir el escenario actual.
La dimensión de esta alianza también se refleja en los números. De acuerdo con la CCCPy, las transacciones con tarjeta de crédito en shoppings crecieron 12% interanual en 2024, mientras el sector proyecta mantener tasas de crecimiento de doble dígito en lo que resta de este 2025. Un ejemplo concreto de esta sinergia es el Shopping Day, que en su última edición reunió a 19 shoppings y cerca de 3.000 locales, con promociones que incluyeron hasta 12 cuotas sin recargo y descuentos de hasta 50%.

Gestión, experiencia y consumo
Desde la mirada de Gustavo Piris, gerente General de delSol Shopping, la evolución del negocio es clara y estructural: “El shopping pasó de ser un formato de transacciones a convertirse en un espacio integral de consumo, acompañado de servicios y experiencias”. Este cambio se explica por factores concretos que van desde el crecimiento de la clase media, llegada de marcas internacionales, hasta la densificación urbana y un consumidor más informado y riguroso.
En el caso de delSol, ese salto se apoyó en decisiones estratégicas precisas. “Entendimos tempranamente que el público busca lugares de encuentro, no solo de compra”, señala Piris. La incorporación de gastronomía de alto nivel, entretenimiento, eventos culturales y corporativos, junto con una cuidada selección de marcas, amplió los motivos de visita y extendió el tiempo de permanencia. A esto se suma un master plan de usos mixtos que consolida al shopping como ecosistema urbano, integrando comercio, servicios y espacios corporativos en un mismo entorno.
Promociones, calendario y resultados
En la operatoria diaria, la alianza con la banca cumple un rol decisivo. “Los beneficios bancarios generan incentivos tangibles, dinamizan el consumo y apoyan a los locatarios en momentos clave del calendario comercial”, explica Piris, destacando además herramientas de fidelización propias, como la generación de Soles y una app que integra beneficios, consumo y servicios como estacionamiento inteligente y valet parking.
Asimismo, el impacto se refleja en cifras. Según Ricardo Gauto, desde Penta, durante picos de promociones y campañas estacionales en este mes de diciembre, Shopping Mariscal registró crecimientos cercanos al 30% en un solo fin de semana, mientras que Shopping Mariano alcanzó incrementos de casi 70% en el mismo lapso, impulsados por promociones bancarias combinadas con acciones propias del shopping. En conjunto, estos datos muestran que la sostenibilidad del negocio hoy se apoya en gestión activa, experiencia diferenciada y herramientas financieras bien ejecutadas, más que en volumen o superficie.
