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Ni se les movió un músculo de la cara a los 26 legisladores, especialmente al diputado Tadeo Rojas, quien ahora quiere ser gobernador de Central.
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Rojas era ministro del Interior del gobierno de Horacio Cartes cuando se produjo el atraco a la sede del PLRA en la noche del 31 de marzo y madrugada del 1 de abril de 2017. Ni la dictadura de Stroessner se animó a tanto pero sí el “Nuevo Rumbo”.
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Ni hablemos de los dos o tres liberales “geniolitos”, cuyos corazones no se ablandaron para nada, pese a los videos, fotografías y relatos escalofriantes que fueron rememorados en la sesión ordinaria.
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¡Qué clase de correligionarios son: María de las Nieve, Carlos Noguera Cano y Enri Mineur o Édgar Ortiz! Evidentemente les importa un comino el dolor de un correligionario y de la ciudadanía que exige a gritos un país con justicia.
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Los “geniolitos” siguen vivos por lo visto en el Partido Liberal, incluyendo a sus líderes.
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Ojalá que la ciudadanía recuerde los nombres de estos impresentables diputados a la hora de depositar sus votos en las urnas porque varios de ellos aspiran al rekutu, confiando en la “amnesia electoral” del paraguayo y que todo se resuelve con metálicos, vaca’í, bebidas espirituosas, polca y hurras.
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Hasta rezaron por Noguera Cano, quien ocupa ahora una banca tras la expulsión de Carlos Portillo. Ni eso le conmovió. Tal vez la próxima le envíen a un exorcista.
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Cuentan los que saben que el chico es super cuate de... “hasta ahí nomás te voy a decir”.
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El “carbón mojado” de Santi Peña está desesperado porque ya no puede hacer campaña política. Solo no es nada y le necesita a su “Patrão”.
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Encima Pedrito Alliana está obligado ahora a trabajar como legislador desde la tribuna. Además, le pone nervioso la presencia de Mauri Espínola en los pasillos del Congreso.