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Ahora los diputados aprobaron el Presupuesto para el 2023 que patea totalmente en contra de los intereses del ciudadano y prioriza el clientelismo político. Veremos de qué lado está el Senado en este tema. ¿A quiénes representan realmente los parlamentarios?
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Cuando hay elecciones se creen dueños del dinero de la gente y se vuelven “generosos”.
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En términos prácticos, utilizan el Presupuesto –o sea el dinero de los contribuyentes– para hacer campaña política. En ese “diabólico” contrato, ganan los funcionarios públicos beneficiados y el legislador que aspira a seguir “chupándole la sangre” al Estado.
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Una irresponsabilidad que no tiene nombre. Por eso y otros temas más estamos superatrasados. No puede ser que de cada 100 guaraníes que se recaudan de los impuestos, 64 guaraníes vayan a salarios.
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Encima, desde el Congreso nos quieren “enchufar” US$ 940 millones para pagar gua’u a 16.000 exobreros de Itaipú y un préstamo de US$ 240 millones para pagar a proveedores de medicamentos para IPS.
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Esperemos que toda la rabia que se expresan en reuniones de amigos y en las redes sociales aterricen en las máquinas de votación el 18 de diciembre.
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El lugar donde más le duele a un político, es en las urnas... ese es su talón de Aquiles. La llanura es el mejor castigo para estos “buenos muchachos”.
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¡Qué simpático se cree este intendente “Re-Necho”! Y los de la Junta Municipal ni qué decir. Aprobaron aumento salarial, primero para los “zorros grises” y en breve solicitarán para todos los funcionarios.
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Y en pocos días más llegarán las boletas para pagar impuesto inmobiliario, tasas especiales y registro de conducir con el pago ilegal a Opaci. ¿Hasta cuándo permitiremos que nos metan la mano en el bolsillo?