Pero ese país hoy pide a gritos una cirugía, que solo la transparencia, la soberanía y honradez pueden dar. No es momento de quedarnos de brazos cruzados, es momento de alzar las voces, es momento de actuar.
Elecciones, movilizaciones y las respuestas
Tras las elecciones generales del pasado 30 de abril, las denuncias de fraude que iniciaron como un pequeño clamor, fueron sumando voces y sectores hasta hacerse eco a nivel nacional.
La negativa del Gobierno a transparentar el proceso, respondiendo con evasivas e intentos de justificativas a la fecha, solamente acrecentaron las denuncias y las dudas.
“El que nada debe, nada teme”, reza el refrán. Por lo que, quien algo teme, algo debe, y quiere tapar. Esa es la situación de la Justicia Electoral actual.
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Lejos de buscar dar claridad y transparentar el proceso, el Gobierno reaccionó con garrote, apresando ciudadanos en movilización, y dando “prisión preventiva” a uno de los expresidenciables que encabeza las protestas.
Nos gusten o no nos gusten quienes se movilizan y por qué lo hacen, el derecho a la manifestación, artículo 32 de la Constitución Nacional, es una de las libertades públicas conquistadas en democracia, ante la cual no podemos ceder.
Si empezamos a decidir quién tiene derecho a alzar la voz, y quién no; quién va a prisión ilegalmente sin causa, y quién no, andaremos un camino sin retorno hacia oscuras sendas del abuso del poder, que solamente llevan al atraso y retroceso de nuestra sociedad.
Un espejo para mirar lo que debemos cambiar
Esta imagen es el reflejo de nuestra situación actual. Un Gobierno que sigue el camino de la arbitrariedad, el abuso del poder y la corrupción, ante una ciudadanía que, harta y llena de descontento, alza su voz para cambiar.
Debemos ser responsables y mirar este espejo, para entender a profundidad todo lo que nos llama a gritos. La falta de transparencia, no escuchar al otro, aplastar a la ciudadanía, buscar acallar las voces: ese no es el camino.
Y tenemos una serie de ejemplos históricos de ello. Itaipú es solo uno de los tantos que podemos citar. Una institución que genera una enorme riqueza con la maravilla del trabajo técnico y humano de miles de compatriotas, pero que, sumida en la falta de transparencia y en la arbitrariedad, solamente deja migajas a Paraguay, su dueño al que debería ayudar a desarrollar.
Momento de actuar
No es momento de quedarnos callados ni de contemplar anonadadamente lo que está ocurriendo.
Sumemos nuestras voces a la transparencia y la democracia. Sumemos nuestras voces por la libertad de los presos injustamente por ejercer su derecho a manifestarse y denunciar. Sumemos nuestras voces contra los atropellos y los retrocesos.
Sumemos nuestras voces para pensar, y no dar un paso atrás. Y sumemos nuestras manos a la construcción del país que nos toca desde abajo levantar. Hablemos, debatamos, pensemos, actuemos. El país nos llama. Respondamos.
* Politóloga, docente e investigadora. Integrante de la Campaña Itaipú ñane mba’e. @cvuyk. ceciliavuyk@gmail.com