En lo que va de este año y hasta la fecha, solamente en Coronel Oviedo, se han reportado la cifra de 362 denuncias de violencia familiar y se estima que, a nivel departamental, rondarían los 1.000 casos denunciados en las diferentes dependencias de esta parte del país.
El 28 de abril pasado, una joven de 18 años, Irma Estela Ramírez Romero, asesinó de un disparo en la frente a quien sería su novio, de nombre Marcos Josue Hobecker Ferreira. El caso giró sobre varias hipótesis, entre los cuales se destacó una supuesta discusión entre ambos que al final terminó en el asesinato, pero la victimaria también había alegado a los investigadores que el arma fue disparada en forma accidental. Lo cierto y lo concreto es que una mujer terminó acabando en forma accidental o intencional con la vida de un hombre.
El jueves pasado se registró otro caso gravísimo, una joven madre de 25 años de nombre Ada Ramona Espínola, fue asesinada aparentemente de un disparo de arma de fuego y posteriormente arrojada al arroyo Tacuary, límite entre los distritos de Coronel Oviedo y RI 3 Corrales. Hasta el momento, los principales sospechosos son su exconcubino identificado como Juan Ignacio Rivas Villalba (42) y su actual pareja, Reinaldo Velázquez Ramoa (38).
La mayoría de los casos de violencia familiar quedan impunes y los agresores continúan acechando a sus víctimas hasta terminar en casos fatales.
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Desde la sede regional de la Fiscalía, informaron que los casos están aumentando exponencialmente y que se requiere de suma urgencia en Coronel Oviedo la habilitación de una unidad especialidad de Violencia de Género y Abuso Sexual pero, pese a los casos, hasta el momento no fue habilitada.
Lo cierto y lo concreto es que la justicia está fallando en todas sus aristas y, lastimosamente, tanto la Fiscalía como el Poder Judicial están haciendo poco o nada para solucionar el problema. Las denuncias no deben quedar impunes y la justicia debe tratar los casos de manera implacable y con cero tolerancia para intentar poner freno a los crímenes.