Lo que Penner dio como razón de su afiliación es un escándalo. Tuvo que afiliarse al cartismo porque si no se hacía colorado y cartista NO HABRÁ AGUA lo antes posible, para el Chaco paraguayo. O sea, si seguía siendo de Patria Querida “nomás”, no habría agua.
Lo más grosero de todo fue que, el propio Peña, cabeza del Ejecutivo y responsable de planificar y ejecutar proyectos de desarrollo para todos los paraguayos SIN DISTINCIÓN DE COLOR -como la provisión de agua- le prendió el pin en la solapa al único senador que tenía Patria Querida en el Senado. Santiago Peña repitió su propia historia de humillación pero con un distinto actor; así como él se arrodilló el 29 de octubre del 2016, le tocó el turno de hacer arrodillar a otro sujeto ocho años después, solo que esta vuelta, quien reía era él.
El lado “amable” de la historia de Santiago Peña es que a él le tocó -por lo menos- ofrendarse en sacrificio durante una convención. Lo repugnante del nuevo tránsfuga es que lo obligaron a “regalarse” como paquete de cumpleaños del verdadero presidente del Paraguay mientras los demás reían a carcajadas.
Brutal.
Claro que también es posible que la cobardía le hizo buscar falsas excusas a Penner: de hecho, tras haber votado por Basilio Núñez para presidente del Congreso, el 15 de marzo de este año negó que buscara ser cartista, “no está en mi radar eso, con seguridad te lo digo”, dijo. Para mayo de este año Penner ya conocía el quincho de Horacio Cartes.
Para alguien que cree que ser cartista lo ayudará a llevar agua potable al Chaco, hay un suceso curioso que desacredita sus historias. El 18 de julio del año pasado Orlando Penner anunciaba que en pocos días más Santiago Peña iba a anunciar que habría agua potable en cantidad suficiente para todos los chaqueños. Un año después, no hay anuncio, ni hay agua, ni potable, pero él ya es cartista sin haber obtenido ni un solo resultado de tanto servilismo.
Ignoro quién es el hijo del senador Penner a quien él mismo mencionó, públicamente, pero ¡qué miserable favor le hizo su padre al transmitirle que no importa venderse con tal de lograr un objetivo! A esta altura, ¿qué estarán pensando los demás chaqueños que llevan históricamente años peleando por una vida y trabajos dignos? El mensaje final es una salvajada: o se afilian todos o nunca habrá agua para el Chaco.