Tras un tiempo de tregua, desde fines del mes de junio hasta ahora, los criminales volvieron con todo, protagonizando varios ataques, en algunos casos con víctimas fatales, en otros con heridos y en ciertos casos simplemente dejando un “mensaje” de amedrentamiento, como el que se registró el 28 de junio de este año, cuando hombres armados que utilizaban fusiles y pistolas llenaron de balas un estudio jurídico en la ciudad de Pedro Juan Caballero, sin dejar víctimas que lamentar, pero sembrando el terror en los afectados por la situación.
El 1 de julio se produjo otra acción protagonizada por criminales, esta vez en la ciudad de Cerro Corá. Ocupantes de una camioneta fueron interceptados por sicarios a bordo de otra camioneta sobre la Ruta PY-05 que abrieron fuego contra los mismos hiriendo a uno de los blancos.
El 15 de julio, un grupo tipo comando de 4 o 5 sujetos atacaron a tiros y acabó con la vida de dos hombres que estaban en un automóvil, a plena luz del día y en la vía pública de la ciudad de Capitán Bado, y los autores huyeron en otro que los estaba esperando.
El 29 de julio último una banda de 8 sicarios distribuidos en dos vehículos irrumpieron en un depósito ubicado a menos de 200 metros de dos escuelas con la intención de asesinar a un brasileño, pero los guardaespaldas de este repelieron el ataque.
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A esto podemos agregar la balacera contra la casa de un contador y cambista el pasado 12 de julio y el asesinato de un exconvicto el 16 de julio.
El mes de julio se despidió con una descarada aparición de asaltantes que no tuvieron mejor idea que cometer un atraco en una inmobiliaria ubicada a menos de 100 metros de la mismísima Dirección Departamental de la Policía Nacional; si bien en este caso la mayoría de los asaltantes fueron detenidos, es asombroso el grado de atrevimiento de los maleantes que se animaron a cometer el atraco tan cerca de la principal sede policial de la zona.
Urge que quienes están en el Poder Público en todos los niveles asuman esta realidad y actúen en consecuencia con medidas drásticas si es necesario. Solo de esa manera se podrán generar condiciones plenamente dignas de vida para la laboriosa población de este departamento y se garantizará la paz y la tranquilidad de todos los habitantes de bien de esta parte del país.
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