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Aquel sistema también “apresaba, aislaba, enjuagaba y recomendaba la línea a seguir”. Este gobierno siguió ese camino. Con jactancia y prepotencia, los hurreros y paniaguados vociferan: “Si no obedecés y no hacés lo que se te dice, afuera”. Hay licencias para agredir, menoscabar, humillar y expulsar.
La premisa del procedimiento es aplastar, censurar y engrillar la opinión. A la par, dejar sin trabajo a los periodistas con criterio propio y a todos aquellos que no se dejan influenciar ni manipular. Los que se yerguen, deben ser descabezados.
El miedo, el terror y la venganza son la consigna de esta doctrina de orientación a modo de limitar, desinflar y aplacar los acerados comentarios de los librepensadores. Tanto Cartes como sus gerentes y alquilados se convirtieron en francotiradores de todo el periodismo nacional.
Así también operaba el dictador Alfredo Stroessner, donde los propios corresponsales de las agencias extranjeras, sentían el agobio y los implacables coletazos del tirano, ya que las sugerencias gubernamentales eran rechazadas de cuajo y las injerencias aún más.
Pero, ¿qué hubiera sido de este país sin los periodistas? Son los únicos custodios de la paz, la libertad, la justicia y la legalidad. Ya no hay institución confiable en el Paraguay. Los políticos y juristas se encargaron de hacer añicos la ley y la institucionalidad, socavando las simientes y nutriendo de toxinas y corrupciones. Se han organizado para estafar.
La prensa libre es el último refugio de la verdad y la esperanza de los pueblos, esa gente que a cada minuto ve traicionada su confianza por las políticas fétidas y anticomunitarias, implementadas por la autoridad demagógica, furtiva y mendaz.
¿Por qué solo los periodistas se aventuran en el peligroso sendero de avivar y salvaguardar la verdad? Sus idealismos superan vicisitudes y hasta el último suspiro se atreven a despejar la niebla y abrir todas las “cajas de pandora” con tal de que la luz llegue implacable a la oscuridad.
La tarea periodística nunca se agota, siempre resta un hálito para arremeter y exponer a la opinión pública todo lo guardado, escondido, amañado, excluido, marginado y filtrado. El propio Platón cavilaba sobre la palabra y esgrimía: “nadie es más odiado que aquel que dice la verdad”.
Y para dimensionar toda la barbarie de este gobierno, en esta segunda entrega, seguimos con la lista de acontecimientos desarrollados durante la vigencia del cartesismo:
06- El 12-01-2017, en Asunción, el ministro Gustavo Leite, en conversación con Radio 650 AM, se descargó contra Aldo Zuccolillo y Antonio Vierci, señalando que los medios de estos andan pintando “un país desolado”, pero que sus dueños cada día van aumentando su riqueza en el país. “Se le sacó la mamadera (avisos-publicidad) a los grandes medios de comunicación, por eso su encono contra el gobierno”, declaró Leite.
Y durante la inauguración de la Feria Agropecuaria “Innovar” en la Colonia Yguasu, de Alto Paraná, el mismo Leite, criticó las “campañas de desinformación” de los medios que son “voceros de los hombres escombro” y pidió dejar de lado el modelo de “palo en la rueda” y coadyuvar a cambio, por el “modelo del trabajo”.
07- El 31-03-2017, en Asunción y en oportunidad de la movilización popular donde se produjera la quema del parlamento, Cartes culpó a los medios de comunicación (disidentes) y a los periodistas de “alentar a la violencia” e indicó que hay voluntad de “destruir la paz, la tranquilidad y el bienestar general del pueblo paraguayo”.
08- El 1º-04-2017, en Asunción, el jefe de Gabinete Civil de la Presidencia, Juan Carlos López Moreira, fue consultado por el cronista Fabián Costa de Radio 1º de Marzo 780 AM: “Ministro, ¿el Presidente de la República va a dar la cara o va a emitir un comunicado? Hay un reclamo de la ciudadanía, ¿Va a retirar o no el proyecto de enmienda?”.
El jefe, visiblemente molesto, respondió: “no entiendo tu insistencia, acá estamos para nombrar a los nuevos encargados del ministerio, así que te pediría que dejes de ser maleducado en una conferencia de prensa”.
09- El 03-04-2017, en Asunción, los seccionaleros colorados dieron su apoyo al gobierno y a los 25 senadores proenmienda. Culparon a los medios de prensa y a los escribas de ser “mercaderes de la mentira disfrazados de periodistas” y los acusaron de “engañar y azuzar con desinformación a los ciudadanos que se oponen a que el pueblo soberano decida (la reelección)”.
Estos capangas y chupamedias de Cartes exigían la “inmediata y decidida intervención del Ministerio Público y la Policía Nacional para aplicar todo el rigor de la Ley a los cómplices y encubridores de la conspiración contra el Gobierno, un grupo de antipatriotas empotrados en la política y los medios masivos de comunicación”.
alcandia@abc.com.py