A través de una dispensadora, elegí tu remedio refrescante preferido

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Steven Baglieri, junto a otros dos compañeros, Yumi Kikuchi y Derlis Castillo, decidió crear una máquina dispensadora de poha ñana.
Steven Baglieri (23), junto a otros dos compañeros, Yumi Kikuchi y Derlis Castillo, decidió crear una máquina dispensadora de poha ñana.Gentileza

Sin necesidad de machacar menta’i o burrito, un grupo de estudiantes crea una máquina dispensadora de remedios refrescantes al gusto y paladar paraguayo. Ubicando más prototipos en lugares públicos, los emprendedores buscan abatir el sofocante calor.

En estos días de sofocante temperatura, el equipo de tereré resulta un aliado infaltable para conseguir alguna dosis de alivio. De esta manera, los remedios refrescantes contribuyen con su sabor al agua acompañada de una buena cantidad de hielo. Estos elementos nacionales fueron la principal motivación de Steven Baglieri (23), quien junto a otros dos compañeros, Yumi Kikuchi y Derlis Castillo, decidió crear una máquina dispensadora de poha ñana.

Pese al sofocante calor y la aglomeración de personas, las yuyeras machacan varios remedios refrescantes para sus clientes. Esta situación inspiró a Baglieri, quien comentó a sus compañeros la idea de una máquina que facilite el consumo de poha roysa. Del mismo modo, Yumi y Derlis sugirieron a Steven crear funciones para ofrecer menta’i o burrito ya procesados, sin la necesidad de machacarlos.

Apasionados por crear diferentes cosas, los compañeros llevan a cabo proyectos innovadores, con el objetivo de emplearlos de acuerdo a la necesidad o al hábito de las personas.“Los tres ya tenemos experiencias juntos en otras materias, por lo que decidimos crear ‘Yudest’, un grupo de trabajo con las dos primeras letras de nuestros nombres: Yumi, Derlis y Steven”, expresa Baglieri.

Cursando el cuarto año de ingeniería en electrónica, con énfasis en mecatrónica, en la Facultad Politécnica, el grupo de amigos decidió innovar, uniendo la creatividad con la costumbre paraguaya de ir a todos lados con un equipo de tereré. Como resultado, con G. 3.000 una persona puede elegir tres remedios refrescantes, entre menta’i, burrito, cedrón y katu’ava, como el acompañamiento ideal para su jornada.

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“A través de un litro de agua, la máquina expulsa los remedios ya procesados, por lo que solo se requiere contar con una buena cantidad de hielo en el termo”, comenta Steven. La dispensadora está hecha de pallets y los jóvenes siguen perfeccionándola, buscando conectarla a un sistema de agua pues, por ahora, solo cuentan con un bidón para su reserva.

Teniendo en mente aminorar el suplicio de las personas, mientras esperan en alguna parada o se encuentran en una estación de servicios, los jóvenes planean contar con el suficiente apoyo para crear más prototipos de la máquina. De ese modo, desean posicionar a Yudest como una empresa en el mercado, cambiando su perfil de grupo de trabajo entre compañeros.

“Para lograr metas personales, aparte de la capacitación y los estudios, rodearse de gente que sueña como vos, constituye un apoyo primordial para hacer realidad tus anhelos”, expresa Steven. Sin importar el nivel de imaginación, el joven destaca la prioridad de tener presente algo de ilusión a la hora de llevar a cabo algún emprendimiento porque “la cuestión es luchar por tus sueños, no verlos como algo irrealizable por parecer una simple fantasía”, finaliza Baglieri.

Por Macarena Duarte (17 años)