En un contexto social donde el abuso sexual a infantes y adolescentes va en aumento, Beatriz tomó la iniciativa de crear “Descúbrete”, un proyecto apoyado por la Embajada de Estados Unidos, que brinda herramientas a los niños y niñas para conocerse y cuidar de sí mismos. “Buscamos empoderar desde temprana edad, ya que esta palabra implica potencializar las habilidades y deseos que tenemos como seres humanos, poseer autonomía sobre nuestros cuerpos y evitar los casos de abuso”, argumenta la joven.
Beatriz señala que la falta de educación sexual sin tabúes es una de las responsables del embarazo precoz y del abuso sexual. “En ‘Descúbrete’, nos centramos en los abusos sexuales para detectarlos de manera temprana y combatirlos. Asimismo, ofrecemos talleres acerca de los estereotipos y tabúes existentes alrededor de la sexualidad, las enfermedades e infecciones de transmisión sexual y, también, brindamos clases de defensa personal”, relata la activista.
Ante estos temas, que se rodean de mitos y de prejuicios, el conjunto juvenil recibió algunas críticas con tinte intolerante en las redes sociales. Sin embargo, Beatriz afirma que, hasta el momento, también encontró mucha apertura por parte de directivos de instituciones educativas con las que trabaja.
“Debemos entender que no es lo mismo enseñar a los niños acerca de las relaciones sexuales como tal, que hablarles acerca del cuidado de las partes de su cuerpo, cuáles son los lugares que la gente puede tocar y aquellos a los que nadie debe tener acceso”, asegura.
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La joven afirma que las personas pueden ayudar de varias formas y que la organización se encuentra abierta a críticas constructivas y apoyo de todo tipo. “No es necesario adherirse a nosotros, pues se puede comenzar el cambio por uno mismo, fomentando que la sexualidad deje de ser un tabú y frenando tanto actitudes como estereotipos machistas; así, uno puede crear un conjunto de amigos para empezar a concientizar al respecto”, comenta Beatriz.
Según la visión de la joven, pese a diversas campañas y organizaciones internacionales que velan por los derechos sexuales y reproductivos, muchas de estas garantías no se cumplen a nivel país. “Debemos ser conscientes de nuestros derechos, conocer e investigar por nosotros mismos lo que sucede en el país y qué tipo de protección debe garantizar el Estado; por ello, no es vandalismo ni salvajismo exigir algo que nos corresponde como seres humanos”, opina Beatriz.
“Es nuestra responsabilidad criar a niños capaces y felices. No dejemos que el futuro se arruine o se limite por un Estado ausente que no sabe responder como debería”, finaliza la activista.
Por Belén Cuevas (17 años)