Con mucha garra, una comunidad indígena le da con todo al rugby en Luque

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“Los pueblos originarios tienen talento, garra y ganas de aprender”, describe Ariel López a los chicos indígenas que se interesan por el rugby en Luque. Actualmente, el club tiene abiertas sus puertas para que la comunidad practique este deporte.

El club de Rugby de la ciudad de Luque enseña con entusiasmo a los niños y jóvenes de una etnia indígena con el lema “Rugby para todos”. “Tuvimos la oportunidad de conocer a esta maravillosa comunidad en un festejo por el Día del Niño organizado por el club. Ese día, los chicos se ganaron nuestro corazón con las ganas que le ponían a cada cosa que les enseñábamos”, recuerda Ariel López, presidente de la asociación.

Actualmente, 20 jugadores indígenas forman parte del rugby; los chicos son de la comunidad de originarios Tarumandy'mi Luque, de la etnia Mbya Guaraní. “Los chicos tienen talento, garra, ganas de aprender y, por sobre todo, desean jugar ya”, cuenta Ariel.

“Una de las experiencias que rescato es el empeño que le ponen a cada cosa que les enseñamos, como el compañerismo y las ganas de salir adelante en el deporte”, manifiesta Ariel. Los chicos practican los días lunes, miércoles y viernes en su comunidad y los martes y jueves realizan la actividad deportiva en el Luque Rugby Club.

El presidente del club cuenta que mas allá de que el rugby sea un deporte brusco, enseña y transmite valores dentro y fuera de la cancha como el respeto, la humildad y el trabajo en equipo. “Con el rugby transformás una debilidad en una fortaleza; esta disciplina rompe todo tipo de barreras y clases sociales”, afirma.

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Uno de los chicos originarios que forma parte del club es Éver Duarte, de 19 años, quien expresa que “en el rugby todos somos iguales, solo es cuestión de actitud para enfrentar los obstáculos”. Igualmente, comenta que, en la comunidad, los jóvenes esperan a que lleguen los días de práctica para participar en este apasionante deporte.

Éver cuenta que en esa disciplina existen muchos valores y cosas positivas que, anteriormente, no conocía. El joven explica que nunca pensó que sería parte de un deporte, pero desde que el Rugby de Luque llegó a su comunidad, todo cambió. “Agradezco al presidente del club por darnos la oportunidad de jugar”, manifiesta.

El deporte es para todos y rompe las distintas clases de barreras sociales y culturares que existen en una sociedad. “Uno de mis objetivos es formar parte de Luque Rugby Club y luego ser un “Yacaré”, nombre asignado a los que integran la Selección Paraguaya de Rugby”, concluye Éver.

Por Mónica Rodríguez (19 años)