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Otro año se acaba y dentro de poco levantaremos las copas brindando por la Navidad. El espíritu de esta gran fiesta ya invadió nuestros ambientes: pesebres en las casas, pan dulces por doquier y muchos regalos para los seres queridos. Hasta en la pantalla grande algunas películas tienen como tema central esta festividad.
Existen divergencias al hablar de estas películas: están los que por más que las vieron 10 veces continúan mirándolas hasta al punto de saber casi todos los diálogos y los que se hartan de lo mismo de siempre y exigen nuevos estrenos. En breve, estarán disponibles en la tele aquellos clásicos que por décadas han deleitado a los amantes del cine, en donde no siempre el protagonista es el popular “Santa Claus”.
La película “Mi pobre angelito” parece el recordatorio que nos indica que la Navidad se aproxima. Si no la viste, definitivamente no tuviste infancia. ¡Cómo olvidar al travieso Kevin McCallister!, el carismático niño protagonizado por el polémico actor Macaulay Culkin en 1990, hizo reír a todo el mundo con sus simpáticas ocurrencias. También sorprendió al público por su valentía al proteger su casa de los ladrones y al estar perdido en la gran ciudad de Nueva York.
¿Alguna vez te apodaron “Grinch”? Si es así, seguro es por tu gran parecido con el horripilante monstruo verde que quiso robarse la Navidad. La película, que lleva el nombre del protagonista, tiene como estrella al legendario Jim Carrey. Esta cinta es considerada por los fanáticos como una de las mejores producciones navideñas.
También, muchos dibujos animados hicieron parodias de la popular historia de Charles Dickens, “Cuento de Navidad”, que relata la historia del señor Scrooge, quien fue visitado por tres espíritus en Nochebuena para que cambie su pésimo comportamiento.
Sería bueno reflexionar acerca de los nobles mensajes que encierran estas producciones cinematográficas. Detrás de las travesuras de Kevin McCallister, su familia siempre estuvo acompañándole y recordándonos que el amor es más grande que cualquier disparate. Tal vez, todos tenemos algo del Grinch y el Señor Scrooge al dejar que el egoísmo empape nuestras vidas. Pero, así como estos personajes experimentaron una genuina conversión, nosotros podemos enderezar nuestro camino.
En muchos países, debido al clima con muy baja temperatura en esta época, ver algunos de estos clásicos es una opción reconfortante para disfrutar en el hogar. Quizás aquí no estemos temblando de frío ante tanta nieve pero, gracias a estas joyas del cine, podremos gozar con nuestras familias de la magia de la Navidad.
Por Víctor Martínez (18 años)