La Ley de Paridad Democrática iluminaría el camino hacia la igualdad y equidad

Con la media sanción del proyecto de Paridad Democrática, avanzamos otro paso en la lucha por la igualdad y equidad entre damas y caballeros. Teniendo en cuenta que las mujeres poseen la misma capacidad intelectual que los hombres, es indignante que haya pocas personas del sexo femenino ocupando altos cargos públicos o candidatándose para los mismos.

Según el Tribunal Superior de Justicia Electoral, el 48% de los votantes son mujeres; por otro lado, ni el 20% de los cargos directivos públicos son ocupados por personas del sexo femenino. La Ley de Paridad busca cambiar esta realidad y dar una participación equitativa tanto a las damas como a los hombres. Las mujeres también quieren sentirse representadas en las esferas gubernativas en la misma medida que los caballeros y con justa razón.

Mucha gente no está de acuerdo con ese proyecto porque sostiene que las mujeres no podrían desempeñarse bien en los cargos políticos. También hay quienes dicen que la única razón por la que una mujer tendría interés en estos empleos sería el deseo de robar, como si fuera que no existiesen grandes hombres corruptos en las instituciones públicas de nuestro país.

La falta de honestidad es un mal que afecta a todos y no tiene nada que ver con el sexo de las personas. Así como saltaron a la luz algunos casos de corrupción que tuvieron a las mujeres como protagonistas, cómo desconocer que un montón de políticos tienen un pasado oscuro y manejan sus asuntos de manera dudosa.

Hace 60 años, la mujer paraguaya pudo ejercer su derecho al voto por primera vez. Aunque nuestro país haya sido el último de Latinoamérica en aceptar que las mujeres también tengan la posibilidad de elegir a los gobernantes, este fue un hecho histórico que destapó el sol de la esperanza para aquellas personas que buscan la igualdad.

De aprobarse el proyecto en la Cámara de Diputados, las probabilidades de que las mujeres participen a nivel político se incrementarán. El sexo femenino constituye la mitad de la población y, además, ellas son quienes más votan, lo que comprueba que las damas tienen gran interés en hacer que el país avance.

Las mujeres tienen un toque especial para la administración y poseen también visión a largo plazo, lo cual es muy necesario en nuestro país. Es justo dar participación a las mujeres en la misma medida que a los hombres, pues no existen grandes diferencias entre unos y otros. Esperemos que nuestro país muy pronto cuente con esta legislación y dé a las mujeres el espacio que ellas merecen en el Gobierno.

Por Belén Cuevas (16 años)