Estás caminando tranquilamente en pleno microcentro y, de pronto, cuando vas a llegar a una esquina, un motociclista hace aparición en la vereda evitando el congestionamiento habitual del tránsito. Tus labios forman una “o” debido a la sorpresa y una rabia crece dentro de ti, pero te resignás y pensás: “Paraguay, mi querido Paraguay”.
Cuando un conductor cede el paso en una franja peatonal, el transeúnte se pone tan feliz que una sonrisa y un gracias se escapan de su boca. “¡Qué agradable sujeto, me dejó pasar!”, piensa sorprendido el ciudadano mientras corre antes de que el chofer cambie de opinión.
Los extranjeros que pisan el suelo guaraní están de acuerdo en que el paraguayo es muy hospitalario. Sin embargo, algunos compatriotas no están de acuerdo con esa opinión; se nota que estas personas no le dan importancia a ese “adiós” que, con tanta buena onda, les dicen los desconocidos en la calle.
Hablando de saludos, una frase súper paraguaya es el “¿qué tal?” que se queda colgando en el aire. A veces, por costumbre, ambas personas preguntan al mismo tiempo “¿cómo estás?” y, al final, nadie obtiene respuesta. Es una especie del “¿por qué? No hay porqué” de la china de los memes.
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Los carteles que indican “tocar el timbre” son totalmente invisibles a los ojos de las visitas. Para qué hacer sonar un aparato electrónico si uno puede aplaudir y gritar “¡hooolaaa, ya llegué!” o, para los más modernos, enviar un mensaje por WhatsApp diciendo “salí pues”.
Una de las virtudes más grandes que posee el paraguayo es la habilidad de pasarla bien aunque esté sin un guaraní o con un pésimo ánimo. No es necesario ir al cine o a merendar en un lugar lujoso, pues te sentís poseedor de un tesoro si tenés una jarra bien fría de tereré y la sombra de un mango fuera de tu casa donde podés sentarte a charlar sobre la vida con tus amigos.
Otra característica del paraguayo es que cuando le mostrás una cosa sí o sí debe agarrarla y explorar cada parte del objeto. Lo mismo pasa cuando querés enseñarle un meme a tus amigos, ellos toman el celular y comienzan a ver tu galería completa y todo el inicio de tus redes sociales.
Así como las características que se mencionan, hay otras más que solo en suelo guaraní podés encontrar. El paraguayo es el protagonista de muchas situaciones locas y divertidas, lo que hace que muchos se sientan orgullosos y otros apenados.
Por Belén Cuevas (16 años)
