Cuando vamos a la discoteca, no podemos evitar que toda nuestra anatomía se mueva al ritmo del reguetón. Ese sonido retumbante nos llena de energía y hace que bailemos hasta que nuestros pies ya no aguanten y necesitamos una pausa para tomar aire. Este estilo musical es genial para la danza, pero ¿qué hay de las letras de las canciones?
La mayoría de las músicas reguetoneras están cargadas de contenido machista y violento, haciendo referencia al alcohol y al sexo. Por ejemplo, la canción “Cuatro babys” dice así: “Estoy enamorado de las cuatro, siempre las busco después de las cuatro, a las cuatro les encanta en cuatro y yo nunca fallo como el 24”. A simple vista es una rima perfecta, pero el mensaje que nos deja la letra es vergonzoso.
Lo más común de las canciones de reguetón es pintar un cuadro en el que el hombre tiene el poder de la situación, mientras que la mujer es un simple objeto manipulable al antojo de él. "Si sigues con esa actitud voy a violarte”, es una frase que forma parte de la canción “Contra la pared” que estuvo muy de moda un tiempo atrás. ¿Qué podemos decir de esta letra? Cero romanticismo, pues la violencia y el machismo están en su máxima expresión.
La mejor manera de aprender algo es escuchándolo todo el tiempo. La gente, tal vez, se engancha con el ritmo del reguetón, pero sin darse cuenta empieza a tararear la letra que siempre deja mucho que desear. Es difícil construir una sociedad con igualdad de género si las canciones son las que promueven que el hombre ande con varias mujeres, pues éstas son consideradas simples objetos que deben ser utilizados y tirados después.
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Acabar con el reguetón es una utopía, porque ya está instalado en nuestra sociedad. Sin embargo, sería admirable que los artistas enfocaran el contenido de sus canciones de una manera más decente. La música es nuestra fiel compañera; por eso, necesitamos letras inspiradoras, no machistas y denigrantes. El ritmo sí; la letra despreciable, no.
Por Viviana Cáceres (18 años)