Caso Swiffer: fiscal pide ratificar condena a Cristian Turrini

El fiscal de la Unidad Especializada en Lucha contra el Narcotráfico, Osmar Segovia, contestó la apelación planteada por la defensa de Cristian César Turrini Ayala contra el fallo dictado por un Tribunal de Sentencia, y solicitó al Tribunal de Apelación que confirme la condena de 20 de prisión que se dictó sobre el exdirector de la TV Pública por hechos vinculados al tráfico de drogas.

El condenado Cristian Turrini y su abogado Eduardo Cazenave.
El condenado Cristian Turrini y su abogado Eduardo Cazenave.Gustavo Machado

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El pasado 2 de noviembre el exdirector y empresario Cristian César Turrini Ayala fue condenado por el Tribunal de Sentencia, presidido por el juez Víctor Alfieri e integrado por Alba González y Dina Marchuk, a 20 años de pena privativa de libertad en el caso denominado Swiffer, a través del cual se investigó a una estructura criminal dedicado al tráfico internacional de drogas.

El abogado defensor de Turrini, Eduardo Cazenave, apeló la sentencia definitiva en cuanto a los años de condena, pues consideró que el Tribunal Colegiado no debió dictar una pena más alta (20 años) que la que había solicitado el Ministerio Público, representado por la fiscala de narcotráfico Elva Cáceres, que fue de 15 años.

En ese sentido el fiscal de Narcotráfico Osmar Segovia contestó la apelación planteada por la defensa de Cristian Turrini y en ese sentido, solicitó al Tribunal de Alzada que ratifique la sentencia del órgano inferior que halló culpable a Turrini de la comisión de los hechos punibles de tráfico internacional de drogas y asociación criminal, previstos en los artículos 26 y 44 de la Ley N° 1340/88 Especial de Drogas y su modificatoria Ley N° 1881/2002, que en concurso, la expectativa de pena era de hasta 30 años.

Esto como derivación de la incautación de 2.906 kilos de cocaína, entre el 19 y 21 de octubre de 2020, en bolsas Big Bag que estaban cargadas con carbón vegetal que debían llegar a Israel. Por este mismo caso, está acusado y a la espera de que se haga su juicio el dueño de la carbonería, Alberto Antonio Ayala Jacquet.

Caso Swiffer: relación entre Cristian Turrini y Miguel “Celular” Servín

El Ministerio Público inició una investigación denominada “Swiffer” sobre Cristian Turrini, cuyo juicio actualmente está llegando a instancia final, tras la incautación de 3.406 kilos de cocaína en el Puerto de Amberes, en Bélgica, el 26 de junio de 2020. La droga se encontraba oculta entre una carga de carbón vegetal, transportada dentro de un contenedor.

En el marco del caso “Swiffer” se llevaron a cabo varios procedimientos, algunos de los cuales consistieron en la verificación de contenedores cargados con carbón vegetal en el Puerto Privado Terport de Villeta. Con estos se incautaron entre el 19 y 21 de octubre 2.906 kilos de cocaína, mimetizadas entre carbón, dentro de bolsas Big bag de 20 kilos cada una.

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La carga estaba consignada para la empresa “National Coal Supply Company”, con domicilio en Israel. La misma habría sido despachada por el mismo exportador, en este caso Alberto Antonio Ayala Jacquet, quien debía estar enjuiciado con Turrini, pero fue separado del debate, a través de las firmas “Tres A” y “Carbosur SA”.

En este contexto, la Fiscalía sostiene que Miguel Ángel Servín fue el creador, financista, líder de la organización criminal y encargado de contactar con los compradores de la sustancia en el extranjero que, posteriormente, se ponían en contacto con Turrini a través de correos electrónicos solicitando cargas de carbón para dar apariencia lícita a las operaciones.

Más pesquisas en torno a la sociedad Servín-Turrini

Atendiendo que Miguel Ángel Servín tenía antecedentes por narcotráfico desde el 2001 y, desde entonces, se relacionó con Cristian Turrini, tanto el Ministerio Público como la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) iniciaron investigaciones a partir del 2015 como la apertura del “caso Magnus”.

Más tarde, en el año 2019, se dio pie al denominado “caso Diximus” e inmediatamente después de este, al “caso Texas”. En el 2020 sin embargo, también comenzó el “caso Anterpia”. Todos estos, consistentes en interceptaciones de comunicaciones, reportaron vinculaciones entre Servín y Turrini.

Es así que, mediante los datos que aportaron las comunicaciones interceptadas se pudo establecer el esquema de la organización criminal, el rol que desempeñaba Servín Palacios dentro de esta y también, los envíos de grandes cargamentos de cocaína vía fluvial con destino al continente europeo por medio de contenedores, bajo la fachadas de operaciones lícitas.

Igualmente, a través del “caso Texas”, se logró determinar la existencia de pistas clandestinas en el Chaco Paraguayo, las cuales eran utilizadas por el grupo criminal liderado por Servín para ingresar al territorio paraguayo importantes cargas de cocaína, con aeronaves provenientes de Bolivia. La existencia de cinco pistas clandestinas fue corroborada por la Fiscalía el 5 y 6 de julio de 2022.

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Investigación Swiffer dio origen al caso Belia

Asimismo, dentro del “caso Swiffer” surgieron indicios importantes como identidades de los integrantes de la estructura narco en Paraguay, que dentro de nuestro país cumplía funciones de acopio de grandes cantidades de cocaína en ciertos puntos y la exportación, en colaboración con estructuras extranjeras de Bélgica o Holanda.

Con toda esa información colectada se dio origen al caso Belia, dentro del cual se estableció la conducta de Miguel Servín, como líder de la red, y que en ese carácter contaba con la colaboración de Cristian Turrini, que a su vez tenía la cooperación de Alberto Ayala Jacquet.

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Por otra parte, Cristian Turrini también tenía ayuda de Ricardo Ariel Aquino, encargado de conseguir carbón del Chaco paraguayo, para ser exportado posteriormente al destino escogido, siguiendo la ruta marítima más conveniente elegida por Miguel Servín.

Otro de los presuntos colaboradores era Andrés Fernández, quien utilizaba su cuenta bancaria para efectivizar el producto de la comercialización de la droga, además de la compra de carbón y otros insumos necesarios para el envío de la cocaína, a través de su empresa denominada “Quattro A”.

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